lunes, 18 de julio de 2011

ELIMINAR TOXINAS VENENOSAS...

Dice Sergio Pitol, en su "Una autobiografía soterrada" (Anagrama 2011), que "escribir un diario es establecer un diálogo con uno mismo y, también, un conducto adecuado para eliminar toxinas venenosas"... Amén de terapia, como la reflejada por este enorme escritor, siempre consideré a los diarios como posibles piezas de enorme valor literario... No puedo dejar de señalar las grandes obras de este género que me han hecho mella y que me han condicionado -y mucho- mis gustos literarios. 
En primer lugar, EL CUADERNO GRIS de Josep Pla, libro que me sorprendió de manera prodigiosa un verano de los primeros 80; MORTAL Y ROSA, de Francisco Umbral, para mí la gran obra del siglo XX español; EL LIBRO DEL DESASOSIEGO DE BERNARDO SOARES, de Fernando Pessoa, mi otro yo, mi sombra; o los DIARIOS, de Miguel Torga y los de Vergilio Ferreira, grandes representantes de la gran literatura portuguesa que tanto amo...

Y como no, las Memorias de Julián Marías, el padre de Javier Marías, que en tres tomos resume toda la historia del pasado siglo XX español en todas sus facetas, desde la óptica de un intelectual de la talla de Julián Marías.

Defintivamente, es un género que me apasiona y persigo... Como un diálogo con uno mismo, al modo socrático, y como una revelación del mundo; para al intentar entenderlo -desde la crítica, siempre desde la denuncia- superarlo y sublimarlo para seguir existiendo con cierta dignidad y decencia de vida... 
Y para eliminar toxinas venenosas...

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