jueves, 15 de marzo de 2012

UN INMENSO VACÍO...

LO QUE ME QUEDA DE MIS DÍAS...

"... A veces telefoneaba al local y me preguntaba si podíamos vernos al día siguiente a mediodía. Solíamos quedar en una cafetería de Omotesandô. Tomábamos un almuerzo ligero y dábamos una vuelta. Cuando se acercaba la hora de irse, ella miraba el reloj y me decía sonriendo: 'Bueno, tengo que irme'. Siempre con aquella magnífica sonrisa. Sin embargo, en aquella sonr...isa, yo no podía descifrar cuáles eran sus emociones. Ni siquiera si la apenaba mucho tener que marcharse o no. O si sentía alivio al separarse de mí. Ni siquiera podía asegurar que fuera verdad que tuviera que irse a aquella hora..."

HARUKI MURAKAMI (Al sur de la frontera, al oeste del Sol. Maxi-Tusquets. Barcelona 2011)

Quién de nosotros no ha vivido una situación parecida.
Ayer, leyendo este párrafo recordé a una persona muy especial en mi vida. Y sentí un enorme escalofrío... Fue, es, una historia de amor muy hermosa; como casi todas las historias de amor que se tuercen sin saber por qué...
Y es que sentí que después de amarnos tanto, de sernos tanto, de desearnos y de disfrutarnos tanto, sentí, digo, que éramos dos grandes desconocidos.

Ayer, después de leer a Murakami, no pude soportar un inmenso vacío...
 
 

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