miércoles, 28 de marzo de 2012

PINCELADAS DE MEDIODÍA...

LO QUE QUEDA DE UNA HUIDA...

Todos sabemos que la vida son etapas. Y más o menos, los que ya tenemos una edad, sabemos también que aquellas etapas se van consolidando (a veces aparecen los ridículos, aquellos que se saltan las etapas y claro, cantan en exceso por su inmadurez y cretrinismo) hasta llegar al final: la nada. En cualquier caso, en esa edad madura casi todos también sabemos que es muydifícil cambiar; de ideas, de actitud ante la realidad, de modo de vida, etc... Y claro, me sorprende y me asombra que haya gente que a los 50 años o más, de pronto, cambien tanto que lo pongan todo al revés y revisen todo hasta definir una -y en una- realidad ante el mundo, y con una nueva actitud ante él...
Una de dos; o era falsa la primera posición ante la realidad (lo cual es muy triste: haber vivido en una mentira) o era aprendida, que no vivida (inmensa tragedia también). Sí se podría considerar no vivida aquella que se hubiese desarrollado en una zona del mundo poco apropiada para el conocimiento y las relaciones humanas; pero que eso tenga lugar en el primer mundo, y en sectores de primera linea de juego como son los protagonistas y lideres de la política, la economia o la sociedad, permitidme... Creo que se debe más a un intento demagógico de obtener para su persona por esta nueva vía lo que ha fracasado por la anterior, aquella más idónea por humana pero más competitiva...
Y claro, aparecen vestidos de jóvenes sin serlo ya (una forma visual de ridículo), o se pintan el pelo para parecerse a lo que no aspiran ya (otra forma de ridículo, pero esta más triste), o se disfrazan de salamquesa (esta es la definitiva)...
Lo cierto es que tarde o temprano se les ve el plumero... Eso que lleva plumas y es muy débil: sólo sirve para quitar el polvo, no la suciedad...

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¿Por qué el Papa de Roma lleva faldas y zapatos rojos?
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¿Por qué la gente confunde la crítica con la falta de respeto?.
Sostengo que se puede criticar (y se debe, siempre hay que ser críticos para con los poderosos, sobre todo para con aquellos que aspiran y obtienen nuestra representación política o social, y aquí radica uno de los grandes déficit de la democracia española, acostumbrada a tanta dictadura que le faltan modos democráticos de control de lo público y sus asuntos) y no por ello faltar el respeto a la ciudadanía que ha votado o preferido tal o cual opción. De lo contrario, si criticar fuese faltar el respeto, no habría posibilidad de crítica...
¿No será este el argumentario que buscan siempre los poderosos para impedir la crítica?

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El PSOE puede gobernar en Asturias con IU. Todo depende de la traidora...
¿Traicionará también -y de nuevo- la esperanza asturiana?

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EN LA CAFETERÍA DEL HOTEL RIAS BAIXAS DE PONTEVEDRA


Acaba de pasar para el 'halle' del hotel una de las camareras. Es guapa y al modo aldea gallega: tímida y pendiente de todo...
Me mira y me deja una sonrisa cómplice; se la devuelvo, al modo agradecimiento... Y me siento más reconfortado...
Al regresar a la cafetería, se repite la jugada...
Y lo comento...
¡Qué hermosos son los gestos sencillos!

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La cafetería del hotel Rias Baixas es mi oficina gallega. Los camareros ya me conocen, sobre todo los del turno de mañana que es cuando más practico esta oficina gallega... Es la típica cafetería de clientes de toda la vida y donde tiene lugar alguna extraña tertulia literaria de poetas vencidos por la vida... A veces, vampuresca...
Y los camareros, cuando me ven llegar el primrr día del regreso me preguntan que por cuánto tiempo esta vez...
Y me ponen vinos ribeiros o albariños exquisitos y me hacen la vida más llevadera y suave...

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