domingo, 25 de marzo de 2012

ALLÍ EMPEZÓ TODO...


LO QUE QUEDA DE UNA HUIDA... Allí empezó todo...

Cambió la hora y los días serán más hermosos al anochecer más tarde y con lentos crepúsculos... Y hoy también puede empezar a cambiar la historia de algunos españoles; para bien o para mal...
Recuerdo que eran los primeros años ochenta cuando, tras el fullero intento de golpe de estado, Andalucía inició un camino que se había ganado tras muchos cientos de años anquilosada en un atraso secular insoportable. Allí comenzó el cambio social en España; allí se empezó a construir una sociedad decente. Hace ya 30 años que allí, en Andalucía, comenzó todo. Luego vino España, con el triunfo de Felipe. Y España alcanzó, a pesar de tanto aprendizaje y tanta inocencia, amén de corruptelas y deficiencias de todo tipo, unos niveles de bienestar que ahora nos quieren quitar con la cantinela de siempre: los excesos. Es curioso, siempre hablan de excesos los excesivos... Para ellos, nunca hay excesos; los excesos son siempre de los que no pueden tener ningún exceso, ni siquiera de libertad para parir o para optar por otros asuntos morales o intelectuales; no digamos ya sociales o económicos...
Y es verdad que en este proceso se hicieron muchas cosas mal; y dónde no?, en qué lugar del mundo no?... Siempre la sempiterna cantinela de la España ineficiente; sí, pero no más que otros... Ya está bien de medias mentiras hechas medias verdades para terminar en verdad absoluta... Niego la mayor y la denuncio: son maniobras en la oscuridad, la oscuridad de una indecente moral que nos aprisiona y nos coarta: es el miedo; es la torpeza intelectual del abismo ante lo incierto...
Y mientras tanto, ellos, los de siempre, los que debían estar avergonzados de tanta podredumbre de la que hicieron y hacen gala, nos engañan con sus promesas... ¡Como si no los conociésemos ya!...
Pero no, muchos les creen; les aplauden; les pelotean; suelen ser los más débiles, encima. Los que siempre tienen más que perder. Y en esa contradicción sobreviven como lo que son: traidores de su ser, enemigos de sí mismos, podredumbre moral vestida de hombre... Y eso lo saben aquellos, los otros, los del otro lado, los que a regañadientes en la historia han ido cediendo algo, a sabiendas de que siempre se puede retroceder; sí, ese fue el pacto social después de la gran guerra: la alianza socialdemócrata-democristiana fue consentida hasta que ellos decidan. Y desde hace más de viente años ya empezaron a decir que había que parar los excesos. Y  cuando ya creímos que no habría más regresos, se inventaron la crisis financiera al modo casino; y cuando se salía de ella, se inventaron la crisis del euro... Y pronto habrá una guerra en el sempiterno también conflicto árabe israelí... Y mientras tanto, muchos seguirán riéndose de todos nosotros, los más débiles, y sobre todo, de los más obedientes, a los que desprecian siempre con su desdén en forma de sonrisa y golpes en la espalda...

Sí, es verdad, nuestros instrumentos están obsoletos; sí, y hay que cambiarlos de arriba a abajo; partidos (PSOE-IU), sindicatos (CC.OO.- UGT). Pero usemos estos instrumentos mientras los cambiamos; no tenemos otros para intentar parar esta ola de indecencia que invade el mundo. 
Hace 30 años todo comenzó en Andalucía; esperemos que todo vuelva a empezar en Andalucía, por el bien de los más débiles, es decir, de la mayoría de todos nosotros...
Luego no habrá clemencias, rogativas... Y luego no habrá disculpas: somos mayorcitos y poco inocentes ya para tanto paternalismo de salón. Luego, al tiempo, será demasiado tarde. Y no habrá espacios para los lamentos y la piedad: vienen a llevárselo todo...
Pero nunca queremos aprender en los últimos momentos; todo se nos va por la boca; una boca que calla y otorga, que consiente, que pasa hambre de libertad atemorizada por el miedo escénico que los de siempre, los más miserables, saben calar, hasta en los huesos, de los miserables... 

Y como vemos, una vez más los extremos se tocan...


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