LO QUE ME QUEDA DE MIS DÍAS... Un domingo de marzo. Otro 11-M
Y tomo café, zumos y tostadas con aceite y ajo. Y veo el pinar quieto de la mañana; y leo que el mundo se sigue desmoronando...
Y siento cerca el mar; lo huelo, lo presiento. Y lo toco...
Y es un consuelo; y es una tarea necesaria...
Y al llegar, sí, al rozar la mar, siempre, siempre, me siento alunado y no sé por qué:
el mar es azul y la luna blanca...
Y...
(P.D. Un recuerdo a otra locura de un mundo que se sigue desmoronando sin solución de continuidad...)
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