viernes, 9 de marzo de 2012

TODO TIENE SU FIN

LO QUE ME QUEDA DE MIS DÍAS...

Decía Miguel Torga, al comentar la lentitud de los trenes de 1944 en Portugal, que "la Historia no consigue consolarme"  (Diario: 1939-1987), pues no le consolaba el pasado reciente donde los viajes eran infinitamente más lentos... 

Sabiendo, además, que el hombre siempre tropieza con la misma piedra, mucho me temo que a mí tampoco me consigue consolar la Historia frente a este presente lleno de torpezas, mentiras y obscenidades para con lo conseguido a través de aquella Historia... Definitivamente se han empeñado en empobrecernos sin solución de continuidad. Para cuando despertemos de esta indecencia en forma onírica quizá será demasiado tarde...

O quizá hayamos muerto de inanición...
Y no valdrán lamentaciones:
estaremos muertos...

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