En la primera mañana subí al pueblo, a Coín, aquel territorio en el que vine al mundo...
Y hacía un día tan hermoso y claro que no pude resistirme a parar en uno de sus miradores, desde donde todo El Valle del Guadalhorce a mis pies: Coín, La Sierra de las Nieves a la derecha, al fondo, donde otra memoria colectiva en Tolox, Yunquera, Casarabonela, Álora, Pizarra, Cártama, y Málaga capital...
Ya en el pueblo, café con buñuelos de La Viuda, compras varias de suministros alimenticios: pan de La Curruca, chorizos y morcillas de Peña y roscos de Ana Hevilla...
Son las cosas de la memoria, de los adentros, en forma de alimentos...
Y hacía un día tan hermoso y claro que no pude resistirme a parar en uno de sus miradores, desde donde todo El Valle del Guadalhorce a mis pies: Coín, La Sierra de las Nieves a la derecha, al fondo, donde otra memoria colectiva en Tolox, Yunquera, Casarabonela, Álora, Pizarra, Cártama, y Málaga capital...
Ya en el pueblo, café con buñuelos de La Viuda, compras varias de suministros alimenticios: pan de La Curruca, chorizos y morcillas de Peña y roscos de Ana Hevilla...
Son las cosas de la memoria, de los adentros, en forma de alimentos...
En el regreso, bajé al mar de enfrente, donde el azul más hermoso de todos los mares...
Y Google me hizo esta película...
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