domingo, 5 de febrero de 2017

MALVADOS, PERO NO CON MI SILENCIO

Reconozco que los demagogos farsantes me sacan de quicio.
Pido perdón si las salidas de tono que me producen aquellos indecentes ha podido dañar la sensibilidad de alguien.
Lo siento: no puedo con los demagogos, los mentirosos, los farsantes, los mezquinos, los fulleros, los filibusteros en tiempos de dudas...
No, no puedo aceptar que se inmiscuyan en mi vida; como me deprime el que se inmiscuyan en la vida de mis amigos...
Lo siento: no puedo con ellos.
Y siempre los denunciaré: repito, no puedo callarme; sería como darles credibilidad.
Callar es de cobardes. Y será tarde si todos callamos.
Sorry.

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