Con los libros hermosos me pasa como con las mujeres que me enloquecen: apenas quiero tocarlos para no estropearlos!!!
Saliendo de casa hacia el mar de enfrente llegó el mensajero: ¡Qué hermosos son los libros de Atalanta!!!
Saliendo de casa hacia el mar de enfrente llegó el mensajero: ¡Qué hermosos son los libros de Atalanta!!!
Y tras un paseo por el mar infinitamente eterno, hoy con aires gallegos, abrí el paquete: A TRAVÉS DEL ESPEJO. Antología a cargo de Andrés Ibáñez...
Tengo por terapia diaria mirarme al espejo, desnudo, después de ducharme; es mi forma de relativizarme y de bajarme posibles humos, humos que nunca tuve, salvo los necesarios para sobrevivirme en esta selva que llamamos mundo...
Y así, del mismo modo que reniego de la soberbia, ese terrible consuelo de los mediocres, necesito mirarme al espejo para reconocerme y mejor llevarme...
Y así, del mismo modo que reniego de la soberbia, ese terrible consuelo de los mediocres, necesito mirarme al espejo para reconocerme y mejor llevarme...
Como dice Andrés Ibáñez en el prólogo del libro, "mírate en un espejo, querido lector, apreciada lectora, y pregúntate a ti mismo si ese que ves eres realmente tú".
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