miércoles, 28 de septiembre de 2016

¡VAYA MES DE SEPTIEMBRE!

Llevo un mes de setiembre que espero olvidar pronto. Llegó con muerte, siguió con más muerte, y parece que quiere acabar con sangre...
Nunca pensé que este setiembre sería tan cruel ni tan doloroso...
En lo que atañe a lo que aún pudiera tener solución (la muerte es la verdad última de la vida), unos comentarios a modo de expulsar demonios, errores y acallar conciencia... Los míos; la mía... Quizás porque he recibido todo tipo de reproches, tan merecidos quizás, que me obligan al descargo...
1. Sánchez era, es, el líder. Por tanto, todo acierto debería haber sido siempre de su equipo, y todo error sólo de él; este principio (el que manda es el que tiene que asumir siempre los errores de su equipo, y si acierta reconocer que es sólo mérito de su equipo), es el que define a los grandes líderes o directivos: culpar a los demás de los fracasos y/o arrogarse los éxitos es siempre un síntoma de debilidad y de falta de liderazgo.
La reciente historia demuestra que Sánchez pertenecía a éste último grupo de líderes débiles apostando sólo por su futuro personal y no por el colectivo de todo un partido fundamental para la articulación social y política de España.
2. El PSOE siempre aspiró (y lo consiguió) a ser el partido que mejor representaba a la España a la que aspiramos muchos: la España Federal. De hecho, el PSOE es un partido federal en su estructura y en su forma de construir las Españas. Por tanto, sus líderes federados son eso, federados a un proyecto común. Y si encima gobiernan las instituciones porque los ciudadanos los votan, sus opiniones deben ser tenidas en cuenta y ser libres para entre todos aspirar a una estructura federal como país y como sociedad civil.
De nada sirve intentar callar a esas voces por muy críticas que sean porque son voces democráticas y representativas de aquellas Españas.
3. Y ante tantos fracasos, no sólo políticos, sino de escasa articulación de aquellas críticas provenientes de aquellos territorios federados, no vale el calificativo de intereses mezquinos de 'BARONES REBELDES' sino que hay que ejercer la capacidad de liderazgo (eso que se tiene o brilla por su ausencia) para vehicular aquellas quejas y dialécticamente hacerlas confluir en una acción común: eso se llama liderar -y no obstruir- estructuras representativas de la realidad que tenemos entre manos como sociedad.
4. Y aun no estando de acuerdo con el comportamiento de aquellas federaciones en cuanto a plasmar las quejas con las maneras esquivas vistas y conocidas respecto al líder federal, tampoco hay que menospreciar el poder democrático y de liderazgo social que aquellas federaciones y aquellos líderes federados tienen. Y como señalo siempre: si la 'Baronía' y su 'Corte' se rebelan es que el 'Rey' no reina ni gobierna...
5. Por tanto, el gran culpable de todo lo que está ocurriendo en el socialismo español (que no el único) tiene nombres y apellidos. Sánchez no debió embarcarse en salvaciones personales sin haberlas pactado con su equipo. Y su equipo no es la ejecutiva federal, sino el conjunto de federaciones del PSOE. La confrontación perdida es mala consejera: sólo ve túneles con salidas ciegas.
Y esa deriva sólo es pan para hoy y hambre para mañana...
En el camino, mucha desolación.
En la meta, más derrotas colectivas como españoles...


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