No he querido hablar de este asunto hasta dejarlo crecer y esperando respuestas; y por si alguien responsable de los medios que han linchado a este hombre decente salía al paso y reconocía su error. Pero no ha sido así; seguimos siendo el país de la doble moral, el de tirar la piedra y esconder la mano; y culpar a otro que pasaba por allí: yo no he sido, ha sido aquel!!!
El que fuera Presidente de la Junta de Andalucía es un hombre decente, honesto e íntegro que ha sido víctima de la maldad de la media España que odia y culpa a la otra media para tapar sus vergüenzas y que se cree nacida para ser poderosa y perenne, e imponer su indecente manera de hacer y pensar...
Y me duele, sobre todo, el que haya tenido que salir uno de sus hijos en su defensa -y no las instituciones democráticas que nos dimos los españoles en nuestra Constitución- para que todos aplaudamos la valentía de su hijo y acabemos reconociendo la honestidad de José Griñán, expresidente de mi tierra, la que me habita y me vio nacer... ¿Acaso es este el Estado de Derecho que creímos haber construido?
Y me duele, sobre todo, el que haya tenido que salir uno de sus hijos en su defensa -y no las instituciones democráticas que nos dimos los españoles en nuestra Constitución- para que todos aplaudamos la valentía de su hijo y acabemos reconociendo la honestidad de José Griñán, expresidente de mi tierra, la que me habita y me vio nacer... ¿Acaso es este el Estado de Derecho que creímos haber construido?
No todo vale, ni ya cuela lo del ventilador para tapar maldades. No, todos no son iguales, ni todos tienen los mismos voceros para ser, al menos, iguales en las oportunidades de defenderse...
Me duele, repito, que tenga que ser uno de los hijos del expresidente de Andalucía, José Griñán, el que sólo ante el peligro salga en defensa de un hombre, su padre, honesto, decente e íntegro.
Quizás sólo sea una metáfora más del estado predemocrático en el que se encuentra España, donde al parecer todo vale, hasta los golpes de estado civiles de no aceptar los resultados electorales y repetir una y otra vez las elecciones hasta que les guste a los que nos tienen que representar, que no mandar como si fuese su cortijo.
Pero, claro, es que somos lo que somos: un pueblo inmaduro que aún no ha alcanzado la mayoría de edad.
Pero, claro, es que somos lo que somos: un pueblo inmaduro que aún no ha alcanzado la mayoría de edad.
Mi respeto a mi expresidente; y mi admiración hacia su hijo por su dignidad y orgullo.
Y mi desprecio a este país de catetos, de revanchistas, de mediocres jugando al póker y de tacticismos de egos fracasados...
Y mi desprecio a este país de catetos, de revanchistas, de mediocres jugando al póker y de tacticismos de egos fracasados...
P.S. Leed la carta del hijo de Griñán: no tiene desperdicio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios