domingo, 28 de febrero de 2016

DÍA DE ANDALUCÍA

Un año más celebramos el llamado Día de Andalucía... Eso de el "día de" nunca me ha gustado, pero sucede...
Nunca he sentido ese sentimiento de lo que llaman patria; no me he sentido patriota nunca; quizás porque nunca me gustó la patria que sufrí en mi infancia y juventud; tampoco eso de ser español, andaluz, me ha conmovido y motivado más allá de serlo... Sólo he sentido pasión por los seres humanos que he conocido y he amado. Y así, no tengo más pasión que la que dedico a ellos, los seres humanos que he conocido y conozco, y a sus tareas cuando son hermosas... Los territorios, las banderas, las naciones, para mí no son más que espacios donde convivir y sentir; lo demás, parafernalia sostenida por mentiras y como sustento de enfrentamientos, odios, guerras y miserias humanas...
Afortunadamente, no todo es malo en esta ya inevitable mundialización de la tierra toda y de los seres humanos que la habitamos: el mundo se ha hecho pequeño y, para algunos avaros, hasta escaso...
No, nunca entenderé eso de las banderas, las fronteras y las patrias; salvo en el pasado y como autodefensa ante el invasor; pero del mismo modo hay que ser agradecido con la tierra que vi primero y que me enseñó el mundo... Una tierra que inevitablemente me conformó como soy y a la que pertenezco de manera inconsciente cuando cada día la huelo, la piso y siento. O cuando, al regresar de un viaje, su luz me calma y me consuela... No, no es sentimiento de patria ni de nación ni de banderas; es algo profundo e inevitable y que tiene que ver con una forma de vivir, de mirar y de sentir que llevo en las entrañas sin remedio ni cura...
Sí, soy andaluz porque en Andalucía nací, crecí, amé y fui amado. Pero también soy español, portugués, francés, europeo, y de allí de donde la vida me ha llevado y donde la he sentido mía...
Todo lo demás, palabras, himnos, banderas y mentiras...
Y es de bien nacidos ser agradecidos. Y así, reconozco que no vine en mal lugar al mundo; y, en cualquier caso, ya no tiene regreso ni otro origen.
Eso sí: nunca las banderas; nunca las fronteras...
Y me felicito por vivir en un lugar del mundo que amo, repito, sin preguntarme por qué.
Ojalá siempre la libertad y la solidaridad sobre toda la tierra toda...

¡Feliz día para todos los andaluces, españoles, europeos y ciudadanos del mundo!


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