Es curioso esto de las palabras y sus refugios… Estamos acostumbrados a oír con frecuencia eso de ‘yo soy una persona muy independiente’; claro que, suele manifestarse por aquellos que son los más frágiles y los más dependientes…
Y es que lo que de verdad se es -o se posee como don, o como constitución-, no se manifiesta, sino que se nota y se ejerce de modo natural, sin estridencias ni justificaciones…
Y es que lo que de verdad se es -o se posee como don, o como constitución-, no se manifiesta, sino que se nota y se ejerce de modo natural, sin estridencias ni justificaciones…
Cuando una persona dice que es lo que cree que es, de seguro que es lo contrario de lo que dice ser. Y así, del mismo modo que el poderoso de verdad no va por la vida diciendo que es el que manda porque se nota y se ve a la legua (el liderazgo del poder se visualiza enseguida y se siente sin palabras ni gestos), el independiente de verdad tampoco va por el mundo diciendo que lo es, sino que lo ejerce…
¿No será que lo que en el fondo somos, más que personas independientes, otras distintas y muy egoístas, entendiendo el egoísmo como una forma de autodefensa ante las agresivas afueras?
Y es que sólo se puede ser independiente si se es libre; y sólo se puede ser libre si, como Robinson Crusoe eres el único habitante de la tierra toda y durante toda tu vida…
El dinero, el poder que se ostenta, propio o por delegación, te da cierta independencia, pero nunca toda la independencia…
Por tanto, menos lobos y seamos más honestos con nosotros mismos…
El dinero, el poder que se ostenta, propio o por delegación, te da cierta independencia, pero nunca toda la independencia…
Por tanto, menos lobos y seamos más honestos con nosotros mismos…
P.D. Esto mismo es aplicable a los países ya los territorios ene mundo de hoy (va con segundas, claro: ejem, ejem)
FOTO: Cartel de la versión de Luis Buñuel
DE
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