Vengo sosteniendo estos días que me temo que hay una operación que se está aprovechando de todo este proceso de la abdicación del Rey para garantizar que el PSOE no llegue a tiempo de levantar cabeza para las próximas elecciones generales.
En cualquier caso, que se dejen de insultar y de monsergas con el asunto del bipartidismo y la casta; el bipartidismo es lo que garantiza que pueda haber gobiernos capacitados para seguir cohesionando y desarrollando la sociedad, y el PSOE es un partido fundamental; no sólo porque representa a una amplia capa de españoles, sino porque es el único instrumento capaz, como ya lo hizo antes, de seguir modernizando este país. Y ya es hora de que los españoles seamos un poco felices y tengamos unas instituciones que nos amparen y no, como sucede en la actualidad, que nos convocan a diario al malestar, a disputas por tonterías y a seguir en las alturas... Y ya es hora también de que todas las fuerzas políticas y sociales de este país se pongan de acuerdo y pacten los asuntos básicos y su financiación: la educación, la sanidad, las pensiones, los servicios sociales, la política exterior, la política europea, etc y dejarse de tanta banderita y tanta banalidad.
La forma de estado es el único consenso que ha habido en España y cuatro quieren acabar con él. Repito, si la educación, la sanidad, la política exterior, así como los servicios sociales y las pensiones tienen que estar pactados y consensuados, con más razón los asuntos constitucionales; que hay que hacer reformas de la Constitución, claro que sí; pero a través de consensos mayoritarios, al menos entre los que están llamados a gobernar este país nuestro.
Y habrá que empezar a exigir esa responsabilidad a los líderes políticos y a las fuerzas sociales: este país está harto de tanta fullería, tanta demagogia y tanta mediocridad. Y para ello, reitero, hace falta un PSOE fuerte, que garantice estabilidad y cohesión social y que se deje también de batallitas por el poder y ponga fin a tanto desatino. Ojalá todo este proceso que se inicia en Julio acabe bien: sólo la socialdemocracia es la que está capacitada para garantizar libertades fundamentales y solidaridad y progreso social. Es lo que ha hecho avanzar a la Europa más desarrollada: políticas de desarrollo económico -desde inversiones públicas a incentivos y ayudas a la investigación- y políticas redistributivas de rentas a través de un sistema fiscal progresivo y suficiente para financiar los servicios públicos básicos que deben, insisto, estar garantizados y consensuados por todas las fuerzas políticas y sociales.
Por tanto, los que ven en esta estrategia de derribo al PSOE algo positivo sólo verán desdén; la sociedad española, más allá de esta anécdota de las banderitas y las europeas, pondrá pronto a cada uno en su sitio; y habrá uno para los mediocres fulleros que les están haciendo el juego a los de siempre; aunque sólo sean cuatro iluminados y cuatro enemigos de la democracia.
En cualquier caso, que se dejen de insultar y de monsergas con el asunto del bipartidismo y la casta; el bipartidismo es lo que garantiza que pueda haber gobiernos capacitados para seguir cohesionando y desarrollando la sociedad, y el PSOE es un partido fundamental; no sólo porque representa a una amplia capa de españoles, sino porque es el único instrumento capaz, como ya lo hizo antes, de seguir modernizando este país. Y ya es hora de que los españoles seamos un poco felices y tengamos unas instituciones que nos amparen y no, como sucede en la actualidad, que nos convocan a diario al malestar, a disputas por tonterías y a seguir en las alturas... Y ya es hora también de que todas las fuerzas políticas y sociales de este país se pongan de acuerdo y pacten los asuntos básicos y su financiación: la educación, la sanidad, las pensiones, los servicios sociales, la política exterior, la política europea, etc y dejarse de tanta banderita y tanta banalidad.
La forma de estado es el único consenso que ha habido en España y cuatro quieren acabar con él. Repito, si la educación, la sanidad, la política exterior, así como los servicios sociales y las pensiones tienen que estar pactados y consensuados, con más razón los asuntos constitucionales; que hay que hacer reformas de la Constitución, claro que sí; pero a través de consensos mayoritarios, al menos entre los que están llamados a gobernar este país nuestro.
Y habrá que empezar a exigir esa responsabilidad a los líderes políticos y a las fuerzas sociales: este país está harto de tanta fullería, tanta demagogia y tanta mediocridad. Y para ello, reitero, hace falta un PSOE fuerte, que garantice estabilidad y cohesión social y que se deje también de batallitas por el poder y ponga fin a tanto desatino. Ojalá todo este proceso que se inicia en Julio acabe bien: sólo la socialdemocracia es la que está capacitada para garantizar libertades fundamentales y solidaridad y progreso social. Es lo que ha hecho avanzar a la Europa más desarrollada: políticas de desarrollo económico -desde inversiones públicas a incentivos y ayudas a la investigación- y políticas redistributivas de rentas a través de un sistema fiscal progresivo y suficiente para financiar los servicios públicos básicos que deben, insisto, estar garantizados y consensuados por todas las fuerzas políticas y sociales.
Por tanto, los que ven en esta estrategia de derribo al PSOE algo positivo sólo verán desdén; la sociedad española, más allá de esta anécdota de las banderitas y las europeas, pondrá pronto a cada uno en su sitio; y habrá uno para los mediocres fulleros que les están haciendo el juego a los de siempre; aunque sólo sean cuatro iluminados y cuatro enemigos de la democracia.
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