Siempre que voy a Lisboa, cuando el regreso, me lleno de melancolía; ese placer de sentir un cierto dolor parecido a la ausencia...
Y siempre que tengo saudades, siempre que necesito volver a Lisboa, oigo este fado; y veo mis fotos de tantos viajes ya; y después de transitar por sus calles, por aquellos días ya idos, me recreo en estos sonidos ya eternos en mi alma: sí, partir es morir un poco...
Como cada vez que regreso de Lisboa; como cada vez que siento aquel placer de la melancolía de una ausencia...
Y siempre que tengo saudades, siempre que necesito volver a Lisboa, oigo este fado; y veo mis fotos de tantos viajes ya; y después de transitar por sus calles, por aquellos días ya idos, me recreo en estos sonidos ya eternos en mi alma: sí, partir es morir un poco...
Como cada vez que regreso de Lisboa; como cada vez que siento aquel placer de la melancolía de una ausencia...
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