lunes, 30 de enero de 2012

VIENDO EL AIRE DE LA MAÑANA...

Llegó la mañana tan clara, tan nítida, que hasta se veía el aire... Un aire quieto, como cansado despúes de un esfuerzo: El viento lo obligó a limpiar la mar y la tierra más suya, la arena que besa en espumas y la arboleda que protege de vida...
Al cabo, los vientos limpiaron los aires; y al quietarse, en su transparencia infinita y clara, sentí la vida toda a mi alrededor...

Ya antes fue la madrugada; cuando aún no era la vida, y los vientos obligaban al aire en su pereza y olvido...
Y al llegar el día, tan blanco, veo aún el aire; un aire quieto que transparenta la vida, la mar y la tierra que me acogen en esta mañana que ya transita por su tarde...

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