Llegó la mañana tan clara, tan nítida, que hasta se veía el aire... Un aire quieto, como cansado despúes de un esfuerzo: El viento lo obligó a limpiar la mar y la tierra más suya, la arena que besa en espumas y la arboleda que protege de vida...
Al cabo, los vientos limpiaron los aires; y al quietarse, en su transparencia infinita y clara, sentí la vida toda a mi alrededor...
Ya antes fue la madrugada; cuando aún no era la vida, y los vientos obligaban al aire en su pereza y olvido...
Y al llegar el día, tan blanco, veo aún el aire; un aire quieto que transparenta la vida, la mar y la tierra que me acogen en esta mañana que ya transita por su tarde...
Al cabo, los vientos limpiaron los aires; y al quietarse, en su transparencia infinita y clara, sentí la vida toda a mi alrededor...
Ya antes fue la madrugada; cuando aún no era la vida, y los vientos obligaban al aire en su pereza y olvido...
Y al llegar el día, tan blanco, veo aún el aire; un aire quieto que transparenta la vida, la mar y la tierra que me acogen en esta mañana que ya transita por su tarde...
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