miércoles, 18 de enero de 2012

HACEN FALTA NUEVAS INSTITUCIONES

Si, como comentábamos el otro día, los estados nación en Europa no son ya auténticos estados, en el sentido de que sus competencias más poderosas (moneda, ejército y política exterior) están transferidas a instituciones supranacionales y, además, sin control democrático alguno, evidentemente las diferentes instituciones de la representación social y política de la ciudadanía de esos estados también están obsoletas. Si el poder político ya no reside, en sus aspectos fundamentales, en el gobierno de los estados, sino transferido a una superestructura de burócratas sin control democrático, más allá del visto bueno de los jefes de estado y de gobierno de los estados miembros, tampoco los partidos políticos tradicionales de esos estados son representativos de los intereses de la ciudadanía, ni son estructuras válidas para ejercer de contrapoder al verdadero poder; un poder que se ejerce sin control democrático alguno y sin estructuras de participación política ad hoc.
Igualmente habría que decir de las estructuras de representación social, sindicatos y patronal. Y esta realidad es más grave para los órganos políticos y sociales de la ciudadanía de izquierdas de cada estado.
En suma, los partidos políticos y los sindicatos deben de reinventarse para la nueva dimensión del poder, más allá de los estados nación del pasado siglo. Y una solución pudiera ser una gran federación de partidos socialistas europeos y una gran confederación de sindicatos de ámbito también europeo.
De lo contrario, podremos seguir con discusiones sobre proyectos de unos y otros en el ámbito nacional, pero no supondrá nada más allá de opiniones, puesto que el poder real trasciende a los estados-nación y sus instituciones políticas y sociales, como estamos visualizando con meridiana claridad durante la actual crisis.

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