viernes, 6 de enero de 2012

AL MODO REGALO

Amanezco tardío: ya necesitaba retomar horas de calma y de cama... 

La mañana de la Noche de Reyes me trajo, al modo regalo, un día de sol primaveral; con la mar en calma y el corazón satisfecho: a pesar de tantos pesares, a pesar de tanta podredumbre, a pesar de tanto desapego inevitable, amo el mundo y amo sus cosas, pues no tengo otro y necesito hacerlo para sobrevivirme en la derrota...

En horas visitaré la muchedumbre del mar. Y allí veré los barcos mecerse en su quieto manto de aguas serenas, donde dicen que moran peces de colores imposibles y animales exóticos que desconocen mis anhelos... 

Ay!!!, ¡qué no daría yo por agarrarte, buceando, de tu cintura! 
Por entre seres vivos como yo: ansiosos de ti, de tus cosas y de tus formas.... 

Sí, de ti, que hoy tampoco te nombro y que persigo; tú, que atrapas todo mi sentido...


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