sábado, 28 de enero de 2012

PORQUE YO AÚN SOY LA VIDA

Siempre me gustaron las mañanas de los sábados. Amanecer tardío a la vida, comenzar las cosas y sus asuntos con esas deshoras y esos tiempos aletargados; y con el desdén en pereza infinita... 
Como si tuviésemos toda la vida por delante...

Sí, cada mañana de mis sábados es -y siempre las fueron- como un renacer de nuevo a la vida... Y siempre que renazco al mundo me creo que comienzo, de verdad, a vivir otra vida; y como tal, me comprometo a ciertos deberes morales, a ciertas pasiones olvidadas, y a ciertas emociones que ya creí perdidas para siempre...
Porque yo aún soy la vida...


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