jueves, 22 de julio de 2010

UNA APROXIMACIÓN Y UNAS PROPUESTAS

El asunto fundamental en la actual coyuntura económica en España es cómo afrontar este cambio del mundo desde la debilidad y escasez de propuestas de la izquierda política europea. Sólo hay tres gobiernos en la Europa Occidental gestionados por los llamados socialdemócratas; el resto, son gobiernos de derechas. Y, precisamente, estos son los tres países menos desarrollados de la Europa Occidental: Grecia, Portugal y España. ¿Acaso el desarrollo hace que las sociedades sean cada vez más conservadoras? Y al revés... ¿Acaso en estos tres países se vota más a la izquierda política por la escasez de desarrollo económico respecto a otros países de nuestro entorno?
La crisis debería solucionar estos temores; de hecho, cuando apareció con crudeza y cayeron bancos americanos muchos pensaron que se iniciaba una nueva era keynesiana en política económica y que era el fin del liberalismo económico,- y político, por tanto.
Curiosamente, ha sucedido lo contrario: hubo elecciones en algunos países de Europa y han ganado las derechas; y las encuestas en España vaticinan ya un triunfo del PP. ¿Es esto entendible?
Para colmo, estos tres países de Europa occidental son los que han recibido el ataque más brutal por parte de los mercados... ¡Qué casualidad! ¿Lo han sido por sus gobiernos socialdemócratas? ¡Y tanto!, pues han rectificado sus políticas progresistas en lo económico, se han puesto firmes ante ellos y se han acabado (por ahora) los problemas de ataque desaforado... Es todo, por tanto, entendible... Lo que no se entiende es que siga habiendo un PP que juega con esta situación sólo en términos electorales mezquinos, estrategia que espero se volverá contra ellos, y un ZP que sigue sin decirnos la verdad e intentando hacernos creer que su rectificación actual -por debilidad de España y de su gobierno- es una estrategia progresista para afrontar el futuro en mejor situación...
Es verdad: el enemigo (como país, como sociedad) ya no es la competencia comercial o industrial de otros países de más barata mano de obra, que también; el enemigo ahora son los mercados financieros, que llegan a producir un enorme déficit democrático, cual es el traslado del poder real a unos pocos desalmados especuladores que pueden hundir la estructura económica de todo un país con el argumento de su elevada deuda pública, tanto privada como pública.


Por otro lado, es cierto que las políticas de incentivos e inversión públicas que está llevando a cabo Obama en EE.UU., amén de las políticas de saneamiento del sector financiero, deberían ser la línea a seguir también en Europa: sólo con incentivos e inversión pública se sale de las recesiones; así ha sido siempre en la historia.

Lo que también muchos nos tememos es que al final Obama lo que ha hecho -o está haciendo-, sea sanear el sistema financiero americano con recursos públicos; es decir, está dándole alas de nuevo al sistema financiero especulativo que trajo esta crisis. Esperemos que no sólo sea esto; que también vaya acompañado de controles sobre esas ayudas y de políticas impositivas sobre beneficios extras que reviertan en el erario público, así como un mayor control para no cometer errores del pasado. De lo contrario, si sólo son medidas de incentivos al sistema financiero para su saneamiento, sin ningún tipo de control ni contrapartidas, mucho nos tememos que se trate sólo de perseguir el mismo fin desde direcciones distintas: políticas de incentivos para sanear el sistema financiero (en EE.UU) y políticas restrictivas del gasto público con el fin de privatizar servicios del estado del bienestar (en la UE).

Esta es la realidad de la situación. Evidentemente, para arreglar este desaguisado, no sólo hacen falta esas políticas de incentivos e inversiones públicas (todo lo contrario que está haciendo ZP), sino que también habría que plantearse la creación de una banca pública que garantice que el préstamo llega a las empresas y a las familias, amén de implementar una reforma fiscal progresista que garantice la suficiencia del sistema de bienestar social, y luchar con todo el aparato del estado contra el enorme fraude fiscal existente en España.



Y como no, hay que crear estructuras políticas nuevas: una nueva ONU, un nuevo regulador mundial de las finanzas internacionales y una Europa verdaderamente política; amén de implementar ya la Tasa Tobin y acabar con los paraísos fiscales.


UNA NOTA AL MARGEN: Es verdad que la deuda española (sobre todo la privada) es excesiva y que hay que ordenarla.... Pero de ahí a sufrir el excesivo ataque que ha sufrido hay un trecho. Un ataque que sólo pretendía el que refinanciarla fuese más caro para España. y así los intermediarios financieros hacer el agosto, unos intermediarios financieros que nos han metido en esto. Y la respuesta del gobierno ha sido también excesiva; es verdad que hay que recortar gastos, pero los supérfluos, no los de servicios sociales y no los de inversiones públicas, que generan empleo y riqueza colectiva por el efecto multiplicador de toda inverisón pública. Y hombre, algo más serio debía hacerse desde el lado de los ingresos públicos: hace falta ya una reforma fiscal progresiva y que se empiece de verdad a luchar contra el enorme fraude fiscal que existe en España y que el Gobierno tiene detectado casi en su globalidad.

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