sábado, 31 de diciembre de 2011

SALUD Y TERNURA

Ya parece que la fiebre desapareció; pero tengo el cuerpo como si un actor de doblaje me hubiese dado una paliza en uno de aquellos poblados-estudio de películas del oeste al modo Almería: me duele hasta lo olvidado... 
Y sin apenas fuerzas para nada: laxo y quieto como un búho...

Hoy acaba un año que pasará a la historia de los despropósitos, y donde la ciudadanía europea ha visualizado con nitidez la culpabilidad y el origen de su regresiva situación en cuanto a derechos adquiridos a lo largo de tantos años de conquistas y de luchas muy costosas. Y todo ello, con ese halo de mentiras permanentes con el que han pretendido tapar sus vergüenzas. Pero ya nada volverá a ser igual; ni para lo bueno, ni para lo malo. Vendrán más años y nos harán más escépticos; pero también vendrán más conciencias a decir ¡basta!, ¡hasta aquí!... Porque también este año hemos aprendido que el que nos traiciona lo paga; y el que juega con fuego acaba quemado. 

Ya parece que la fiebre desaparece poco a poco... Lo suficiente para reconocer con cierta tranquilidad que sin salud no sólo no somos nada sino que no hay vida digna; y sin dignidad no hay decencia, no hay moral, no hay futuro...

Os deseo a todos un muy feliz 2012; ojalá nos colme de salud. Lo demás, como decía ayer, con un poco de ternura, vendrá añadido...


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