jueves, 22 de diciembre de 2011

ME ESPERAN LOS SENTIDOS

Hoy partiré para Madrid: la familia ha decidido pasar las navidades en la tierra de Calderón de la Barca, de Quevedo, de Cervantes... Llevo la novela "Verano", de nuestro amigo Manuel Rico, para disfrutarla en momentos de relax (no los habrá, pero los deseo siempre). Un AVE me llevará a la estación de Atocha, y otro AVE, el próximo día 27 por la tarde, me devolverá a Málaga, al sur del Sur.

Madrid es una ciudad que siempre estuvo muy ligada a mi vida; la visité muy pronto (mis padres y mis hermanos me llevaron pronto a conocerla) y he visto el desarrollo y crecimiento de la capital de España casi como un madrileño más; y hubo un tiempo en el que rara era la semana que no la visitara. Claro que, en Navidad nunca estuve en Madrid...
Pero este año, cuando una sobrina está a punto de "dar a luz" (¡qué expresión más hermosa para hablar de parir una vida!), hemos decidido todos venir a Madrid para acompañarla... Porque mi familia es así de apretada: basta que uno de nosotros no pueda desplazarse para que se desplacen todos los demás... Porque los sentimientos no tienen casi nunca razón; o mejor: sólo nos movemos por la razón de los sentimientos...

Pronto, en horas, saldré para Madrid; en las próximas horas, hermanos, cuñados, primos, sobrinos, etc, irán llegando a la capital del reino, donde dicen que hace frío, pero seco; ese que en abrigos se tolera; ese que se sobrelleva sin quejas...

Y me esperan los sentidos...

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