martes, 13 de diciembre de 2011

LA RESPUESTA ESTÁ EN EL VIENTO

La mañana vino venteada y limpia en aires transparentes; y con sol, ese sol que perseguí en Galicia para dorar las hojas amarillas y rojizas de sus bosques; por allí, por aquel otoño eterno que es la tierra que persigo.
Sí, Galicia es siempre otoño... No hay estaciones, sólo hay estado: Galicia es un jardín de otoño; en temperaturas, en texturas, en aires, en vientos... Y en cielos encapotados que se rompen de azules celestes y que clarean en blanco las mañanas tardías... Al cabo, enrojecen de timidez sus crepúsculos, también tardíos, que se elevan de arboledas en sombras...
Son los prodigios de aquella hermosa parte del mundo a la que ya no puedo renunciar; porque todo el que allí llega, inevitablemente queda atrapado en su inagotable belleza...

Hoy, el mar azul, en esta mañana del regreso, con sus pinos y sus palmeras al compás del viento, tranquilizaba, al fin, de ansiedades ocultas mis adentros: aquellos inalcanzables en respuestas ante las eternas dudas:
-¿Qué es el mundo?, más allá de una pocilga de odio...
-¿Por qué hemos venido a él?, más acá del asombro ante su incomprensión e insolvencia...

Las respuestas siguen estando en el viento, ese viento que limpió el aire de la mañana del regreso...

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