lunes, 1 de marzo de 2010

OBLICUAMENTE INCLINADO HACIA LA MELANCOLÍA...

Los últimos días de este febrero -ya ido- han sido sorprendentes...
Reencontrarte con personas que no ves desde hace más de 25 años, aquellos que por entonces formaron tanta parte de ti como tú de ellos, de seguro que es cuanto menos sorprendente... Y enormemente grato; como un beso.
Los últimos días de este febrero -ya irrecuperables, pero permanentes- me han devuelto a seres humanos que aunque nuncanojamás había dado por perdidos, sí presentía que por mor de las distancias y los asuntos, los encuentros los serían como rarezas o como accidentes...
¡Ay!... Pero el prodigio de internet -y los azares- hicieron posible el reencuentro.
Y si escasos han sido estos días (largos en risas y recuerdos; cortos en tiempo, ese impostor asesino de la vida), al menos el tocarnos, el abrazarnos, el sabernos ya como antes nos sabíamos..., en eso que llaman los adentros, las confidencias, las intimidades, las complicidades..., en todo eso que es lo que de verdad merece la pena en la vida obtener para siempre ya tener..., eso que llaman sentir en lo hondo, en lo inaccesible y permanente..., donde no habitan los demonios, ni los temores, ni los rencores, ni los reproches, ni las miserias..., en donde no habitan los olvidos..., en donde sólo habitan los afectos, las risas, los soberbios momentos que pasamos juntos llenos de ilusiones y proyectos...., allí, en donde nada puede ya horadar y dañar lo obtenido..., allí, en donde ya siempre permanecerá sobresaliente ese factor de nuestra condición que definen como humano..., en esas estancias, allí en lo profundo y hondo, han sido días repletos de complicidad, afecto y ternura...
¡Adiós, Miguel!, al fin recuperado. Que sepas que siempre estaré aquí para todo aquello que de mi necesites.
¡Adiós, Juan!, aunque te tengo ya otra vez cerca, a ti no te tenía tan perdido.
Y Rafael, Vicme, ya sabéis: volver, regresar, siempre es inevitable...
--------------------------------
28 DE FEBRERO
Hoy es el Día de Andalucía, ese invento de los que pretenden crear una conciencia nacional donde nunca la hubo -más allá de española, y con matices-, dado el alto nivel de emigración y de inmigración del que casi siempre fue víctima este territorio de luz, de pasión y de hermosura, donde siempre convivieron diferentes culturas, y donde se sigue produciendo una enorme creatividad artística y cultural, a pesar de tanto reaccionario que pretende lo contrario: crear una conciencia nacional donde nunca la hubo, excepto en la mente de aquel conservador notario llamado Blas Infante (y que como todas, de alcanzarse aquella conciencia nacional, acabará siendo excluyente), y terminar con tanta creatividad artística en libertad, no vaya a ser que no controlemos sus conciencias y sus miedos...
Hoy, además, se cumplen 30 años de autonomía, ese otro intento institucional para apoyar aquel de la conciencia nacional y como respuesta a los procesos separatistas vasco y catalán, aún no resueltos; aquel "café para todos" que sólo ha servido para emborronar aún más el sempiterno proyecto de España como nación, a costa de un enorme gasto público ineficiente, con parlamentos ¡hasta en Murcia! Ha sido, al fin, aquello de ¡Viva Cartagena!...
Y con estos mimbres, con estos proyectos, una clase política andaluza denostada por sus ciudadanos, cansina en sus discursos, inmovible de sus asientos y sus ámbitos de poder, hoy aquí, mañana allí, asiste hoy emperifollada con ese ética-estética antigua y demodé de la que provienen la mayoría de sus actores.
Menos mal que dentro de unas horas, a la hora del almuerzo, hemos quedado para comer unos amigos, al fin reencontrados.
Al menos, por unas horas, nos parecerá estar en la Alhambra de Granada, o en la Mezquita de Córdoba, o en la Alcazaba malagueña, y no en esta Andalucía tan cateta como reaccionaria que ha creado esta clase dirigente que nos gobierna, muy reaccionaria e impresentable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios