domingo, 7 de marzo de 2010

MARAVILLOSA POLITICA CULTURAL...

Recuerdo que el primer gobierno democrático del ayuntamiento de Málaga, liderado por Pedro Aparicio como alcalde, promocionó y subvencionó las conocidas peñas malagueñas, granero ya por entonces de la estética y ética de contrapoderes reaccionarios donde, decían, se articulaba la sociedad civil malagueña.
Con el tiempo, aquellas estructuras, reaccionarias en sus fines, sustentadas en subculturas populares ñoñas y regresivas en sus modales, y con relaciones machistas de parejas desclasadas (funcionarios, pequeños empresarios, autónomos, conseguidores; todos ellos, emborrachándose en cada acto; y ellas, sus señoras, jugando al bingo o bailando sevillanas en otro aparte), y como era de esperar, se han ido convirtiendo en estructuras graneras de votos PPros, donde esta estética y aquella ética machista-folclórica es tan representativa de tanto cateto desclasado y desorientado ante su indiferencia para con el mundo, como es el voto PPro mayoritario.

Hoy, en Madrid, y en otras muchas ciudades, como en Sevilla, hubo manifestaciones en contra del aborto; no de la ley aprobada, sino del aborto en sí. Y es que la derecha siempre intenta retrotraer todo al origen, quizá porque en el origen ya perdió este debate: tuvo tiempo de derogar la vigente ley y no lo hizo cuando gobernó, amén de haber sido la que mandaba a sus hijas a Londres a abortar cuando aquí estaba prohibido...
Y en la de Sevilla, han sido las Hermandades de las Cofradías de los santos que sacan en la Semana Santa las abanderadas de la manifestación; aquellas hermandades donde se articula la vida social sevillana, subvencionada, ¡como no!, por los gobiernos socialistas de la ciudad... Ser meapilas y socialista ha llegado a ser un plus para muchos que yo me sé; ¡qué dirán ahora!
¡Ojalá las hermandades de Sevilla no saquen a paseo a sus santos! ¡Qué semana santa más maravillosa sería!

¡Hay que ser torpes!... Y, sobre todo, reaccionarios (y se proclaman socialistas...).
Total, no son más que dos ejemplos de las políticas culturales del PSOE cuando llega al poder: subvencionar a las peñas malagueñas que luego, sus presidentes, piden el voto para el PP, y subvencionar a las hermandades sevillanas, que luego salen en manifestación diciendo no al aborto, un debate que la sociedad ya realizó hace 30 años...

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