domingo, 28 de marzo de 2010

CRÓNICA DE UNA SEMANA SANTA (I)

Viernes de Dolores 2010

Cuando eran las 18,30 horas alcanzaba Sevilla; la carretera, repleta de vehículos, anunció una enorme movilidad de los españoles durante esta semana santa, menos santa quizá para sectores integristas de la Iglesia Católica, que se ven atrapados al tener que reconocer los casos de pederastia dentro de sus filas y dentro del clero católico mundial...
Y así, al llegar a Sevilla, retenciones y lentitudes fueron corrientes a lo largo de la SE-30...
Mañana, en cuanto amanezca, y a través de la Ruta de la Plata, espero alcanzar, una vez más, Galicia, la tierra de Rosalía de Castro, la tierra prometida, al fin conquistada...

Sábado 27 de Marzo de 2010

Como quiera que la Ruta de la Plata está casi terminada (sólo quedan pocos kms entre Zamora y Benavente), cuando eran las 18 horas alcanzaba Poio, tras atravesar parte de la Sierra de Huelva; la Extremadura romana, la Imperial y la de la Cultura (soberbias Mérida, Trujillo, Plasencia, Hervás o Baños de Montemmayor); Béjar la salmantina nevada; la Salamanca de Unamuno, la culta; la Zamora del Cid; la Puebla de Sanabria, con su espléndido Castillo; la Ría de Vigo, con su maravilloso crepúsculo, grisáceo pero hermoso... Y al cruzar el Río Lérez de Pontevedra., tras 890 km, hechos en 7 horas y media, descontadas varias paradas de diez minutos y una de un cuarto de hora: cafés, coca-colas y poca comida; ese es el truco, entraba en los aposentos de Poio: escasos, pero cómodos y suficientes...
Tras visitar a la hermana, el cuerpo pedía descanso...

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