18 DE ABRIL DE 2007

18,30 horas...

Hoy escribe Fermín Bocos, en el diariodirecto.com esto…

“En esta vida todo es relativo; todo depende de con qué o con quién se comparan la cosas y de cómo le va a uno en la vida. Si el presidente del Gobierno proclama que España ya es la octava potencia económica del mundo con un PIB que supera el billón de euros y Caritas -ONG católica dedicada a ayudar a los menesterosos- dice que tenemos ocho millones de pobres, ¿quién dice la verdad? ¿Exagera Zapatero? ¿Exagera Caritas? La verdad es que ambas cifras responden a la realidad. En España hay varios millones de pobres, gentes que malviven con unos pocos euros al día, mientras las grandes empresas multiplican sus beneficios. El problema es el reparto; la asimetría en la distribución de la riqueza. Hay pobres y gentes que sin serlo técnicamente hablando, viven en medio de grandes estrecheces.Con la adopción del euro, los precios de todas las cosas subieron de un día para otro. Lo que la víspera costaba cien pesetas, al día siguiente ya valía un euro. Subieron los precios pero no los salarios. Ahí empezó a fraguar la triste realidad de los "mileuristas". Con mil euros al mes es muy difícil salir adelante. De hecho, tal y como está la vida, hay ciudades como Madrid, Barcelona, San Sebastián, Valencia o Vigo, en las que conseguirlo supone una auténtica proeza. Zapatero no habló de eso en su aparición en La Bolsa de Madrid, quizá porque ninguno de los que le escuchaban sentados en la primera fila -Emilio Botín, Florentino Pérez, Isidoro Álvarez, Galán, Entrecanales, etc- le pareció que pudieran tener semejante problema. Y ésa es la cuestión. Que cuando uno deja de vivir en el entresuelo y se muda al ático, corre el riesgo de perder la perspectiva de lo que pasa en la calle. Ahora bien ¡hay que ver qué bonitas son las vistas panorámicas! “

Independientemente de la última sorna, esta es la realidad: el crecimiento económico de España es una realidad indiscutida; pero la regresión social que ha supuesto la redistribución de estos incrementos de la riqueza no sólo es una realidad; resulta sobrecogedor e inmoral que un gobierno de izquierdas esté orgulloso de esta situación. Y esa es la gran asignatura pendiente de la realidad económica y social de España; un país en el que la presión fiscal es mucho menor que la media europea y, en cambio, el esfuerzo fiscal de las familias es superior a la media también europea. Por tanto, el asunto clave es la escasa capacidad de las rentas familiares, que han salido, como siempre, mal paradas en la redistribución de la riqueza. Y mucho nos tememos que no sólo no se mejorará aquella redistribución de la riqueza, favoreciendo la de las familias; antes al contrario, mucho nos tememos que será lo contrario: seguirán perdiendo capacidad adquisitiva las rentas salariales, al perder participación en la distribución de la riqueza nacional.
Y encima dicen que la economía va bien… ¡Un gobierno que se dice de izquierdas!!!!....
¡Hasta dónde vamos a llegar en desfachatez y desahogo!!!!

23,50 horas…

Sobrecoge oír los testimonios de las víctimas del 11-M durante las sesiones del juicio que tienen lugar estos días; testimonios que deberían de ser más que suficientes para que toda una clase política se pusiera manos a la obra y dignificara, aunque solo fuese por un escaso momento, la memoria colectiva de la vida pública de este país, poniéndose de una vez por todas al servicio de la lucha contra toda amenaza de terror, venga de donde venga, y como la mejor forma de solidaridad para con aquellas víctimas y sus secuelas, y como la mejor forma también de consuelo para el resto de la colectividad en su futuro inmediato.
Pero, antes al contrario, sólo intentarán salvarse ellos… Y así, los golfos protagonistas del poder político en aquel espantoso día del 11-M siguen empecinados en echar más mierda al escenario colectivo, con más mentiras, con más desahogo, con cada menos vergüenza y decoro.
Y los protagonistas del poder actual, tras vender que la economía va bien(?) en el escenario de la especulación y de la economía no productiva (no se atreven a vender que España va bien en foros de la economía productiva, como las pequeñas y medianas empresas: aquí la economía no va tan bien, y los salarios en las economías familiares cada vez tienen menos capacidad adquisitiva, amén del consecuentemente enorme endeudamiento familiar), cual es la Bolsa, copian para las autonómicas de Canarias el programa con el que se presentaron unos fantasmas que se hacen llamar ciudadanos por el cambio, y que en el fondo no es (fue) más que una respuesta antisistema; eso sí, comedida y reconvertida pronto en sistema: se han precipitado al intentar convertirse en una fuerza política nacional, cuando su “éxito” (a cuatro escaños le llaman éxito) se debió a cierto cabreo generalizado para con los socialistas catalanes y el gobierno tripartito de Maragall.
¿Acaso los socialistas ya no tienen ideas? ¿Tan escasos están de ellas?
Lamentable espectáculo en una España de principios del siglo XXI; un siglo que pareciera comenzar con un impresentable tufillo a revisionismo, a vuelta al pasado, a reorganizar y recomponer espacios colectivos vigilados por una moral trasnochada y que creíamos definitivamente enterrada.