11 DE ABRIL DE 2007

Un nuevo atentado de Al Qaeda en otro día 11, en Argel. Y hoy se constata pública y definitivamente que Acebes mintió sobre aquel 11-M, como sabíamos todos los que no tenemos fe en estos sinvergüenzas; porque saberlo lo sabían todos los españoles; pero los que tienen fe en ellos los han protegido: es la España negra, franquista y decimonónica.
Hoy, dos policías del Acebes ministro han dicho que comunicaron, la misma tarde del atentado, que la dinamita no era la de ETA. Y Acebes y Zaplana siguieron mirando hacia ETA. Y lo decían en ruedas de prensa constantemente.
Y también, el director de la policía del Acebes ministro, mintió; no ya aquel 11-M, que sí lo hizo; siguió mintiendo ante el juez, acusando a sus subordinados… Lo peor de estos golfos es que encima, desde arriba, todos miran para abajo, para proteger al jefe primero, y así protegerse a ellos mismos, escalón a escalón, llegando al absurdo del vacío más absoluto: los subordinados se han rebelado.
Un país decente, con dirigentes decentes, exigiría -se exigirían-, el cese inmediato de estos profesionales de la mentira. Pero no lo harán. España se ha convertido, por culpa de sus dirigentes políticos, en un país indecente políticamente, y lejano a los mínimos exigidos en el terreno de la moralidad pública.
Y así, estos golfos de la mentira, estos profesionales del todo vale por el poder, seguirán diciendo que no se van porque representan a diez millones de españoles. Y será cierto, lo cual que nos sume en la más profunda de las decepciones: no están solos; diez millones de españoles, activamente, están con ellos; pasivamente hay muchos más…
Y la otra España, la que debiera exigir esa decencia, lo hará con la boca pequeña… Intentará que la constatación definitiva de que han mentido desde el primer día les sirva para obtener de los ciudadanos el apoyo suficiente como para seguir ganando las elecciones, en vez de exigir, diaria y constantemente, el abandono de la vida pública de todos los que han mentido. Pero no lo harán: se aplican aquello de “el que esté libre que tire la primera piedra”. Lo importante, se dirán, es ganarles de nuevo las elecciones…
Como vemos, España está instalada en la indecencia…