LA SOCIALDEMOCRACIA

Desde hace mucho tiempo, desde el inicio de la crisis, se viene sosteniendo que el declive del PSOE y de otros partidos socialdemócratas se debe a que aquellas organizaciones se han desviado de aquella verdadera socialdemocracia; como si la socialdemocracia fuese una religión con principios y/o una ley con artículos rígidos que señalaran el camino...

Más allá de no ser verdad, ¡qué nos gusta erigirnos en jueces de lo verdadero y lo falso, lo deseable y lo indeseable, lo correcto y lo incorrecto!

Y así se oye constantemente que el PSOE y otros partidos políticos europeos han dejado de ser de izquierdas o han renunciado a su ideario. Y niego la mayor: la socialdemocracia siempre ha estado y está donde le corresponde: intentando salvaguardar el principio fundamental que la obliga cual garantizar con sus políticas la igualdad de oportunidades allí donde no exista, a través de unas políticas fiscales suficientes y eficientes que garanticen la sostenibilidad de los servicios públicos básicos (educación, sanidad, pensiones y prestaciones y servicios sociales) que son los garantes de aquella igualdad de oportunidades. Todo lo demás, discursos, palabrería y mentiras interesadas de los populistas en boga. Me niego a eso tan de moda del izquierdismo de boquilla... Y concretando, en este país, además de intervenido por la disciplina presupuestaria de la UE y con poquísimo margen de maniobra tras el rescate financiero, que por su volumen es un rescate país, sobran regresos y discursos populistas e izquierdistas, como aquellos de los populismos y como enfermedades infantiles aún del socialismo; aquí la labor está en reconstruir un entramado social que está en crisis por falta de recursos financieros por mor de una crisis financiera y económica, y por mor de una nefasta política fiscal que redistribuya rentas y garantice los servicios públicos básicos; pero eso no es fácil con un país con bajos salarios, alto desempleo y escasa industria, y sin margen de maniobra por el rescate y la intervención subsiguiente, como ya he señalado.

Y eso de la alternativa verdaderamente socialdemócrata es palabrería... Me recuerda lo de las tendencias dentro del PSOE, tan falsas como sus fines: sólo eran -y son- estructuras internas de poderes y contrapoderes grupales. El mayor grado de Mercado o de Estado en un territorio concreto lo define la coyuntura en cada momento, y más aún atados a aquella coyuntura en una economía globalizada; no es un asunto de voluntad ni de discursos sino de posibilismos, eso en lo que consiste la política...

Me niego a las palabras y más palabras; a los discursos y más discursos... Como aquello de programa programa de los salvadores tipo Anguita y sus herederos líderes podemistas y populistas...

La política es posibilismo y la socialdemocracia española está actualizada; lo que ocurre es que el mundo se ha globalizado y los gobiernos y sus políticas apenas influyen en la realidad, o no pueden intervenirla como lo hacían antes porque ya han perdido sus competencias...

¡Ya está bien de mentiras interesadas!!!