domingo, 30 de octubre de 2016

CELEBRACIÓN DE LA VIDA EN MEDIO DE DERROTAS COLECTIVAS

Hoy fue un día muy especial; de celebraciones personales y de derrotas colectivas, como el primer aniversario de una inocente y siempre misteriosa nueva vida, y la derrota con formas de desgarro y fracaso colectivo.
Tres cosas sólo a comentar (ya habrá tiempo para más):
1. Lo dije en la primera tarde; Sánchez sólo tenía una salida, la de dejar el escaño.
2. Pero ha cometido un error de libro enseñando las cartas con las que va a jugar el regreso al que aspira.
3. No ha explicado aún qué significaba su NO es NO, más allá de una mera salvación personal empeñada en prolongar en el tiempo su destierro y su derrota.
Olvidó, como siempre olvidan todos, que cuando se cogen ciertas pendientes sin fin, no hay manera de parar, recapacitar y retroceder al origen. Hasta las fechas, sólo era una ley de la física, la ley de la gravedad; pero en la España de nuestro tiempo también está siendo una ley moral por la gravedad de los comportamientos de los derrotados.
Y entrando en la materia que nos ocupa,
1. Repito, Sánchez no tenía otra opción que dejar el escaño: un Rey vencido nunca puede formar parte de la Corte, pues ha sido aquella Corte la que exigió su cabeza.
2. Ha sido un tremendo error decir qué hará en el corto y medio plazo; la Corte no permitirá que regrese el Rey al que tanto desgaste les llevó en acabar con su reinado. Y si ya lo expulsaron del Castillo camino del destierro, aquella Corte abrirá fosos para impedir de nuevo el asalto al Castillo desde su destierro.
En suma, si la Gestora tenía un calendario laxo en el tiempo, éste se acondicionará y se rehará para cuanto antes cavar los fosos que impidan el acceso al Castillo del Rey desterrado...
Y así, por muchas huestes de militantes que consiga como ejército, para cuando el asalto muchos serán los que lo abandonen: a Rey depuesto, Rey muerto... Y pocos serán los leales para con un cadáver que lloró como aquel otro que dicen que también lloró cuando perdió Granada...
3. Jugó con un slogan para mantener el tipo, su tipo, su trono... Un slogan vacío: sólo era aplazar el martirio personal, haciéndolo colectivo a plazo cierto. A cambio, intentaba consolidarse manteniendo aquel slogan, un slogan más cargado de sentimentalidad que de realismo... 'No es No' sólo fue una consigna a la que se agarraron los desconsolados militantes y votantes que nunca acabaron de entender por qué habían caído tan bajos en apoyos populares. Y otros muchos, los más, han aprovechado aquella coyuntura general de desgaste para recuperar sus batallas locales de poder que estaban latentes esperando el momento oportuno para la revancha... Y así, el comportamiento de la mayoría de los militantes que han protagonizado el bochornoso espectáculo de los insultos y los apoyos incondicionales a un slogan vacío y sin contenido, salvo una cortina de humo de salvación personal de un cadáver político, responde a enconados e históricamente larvados odios sin olvidos y propensos al cainismo y a las puñaladas palaciegas... Y, de este modo, aprovechando el destierro del Rey se levantaron en armas haciendo suyo aquel slogan de la negación y de la locura de la nada...
En suma: Sánchez no tenía otra salida que irse de la política, y, por tanto, ha hecho lo correcto dejando el acta de diputado. Pero ha cometido un grave error: ha diseñado el camino para regresar, lo que obligará a diseñar el camino a recorrer por sus adversarios para frenar aquel regreso del Rey depuesto. Un camino que no será difícil, pues en política nunca regresan los perdedores... Por una sencilla razón: porque los perdedores, desde el mismo momento que pierden el poder, pierden la mayoría de las fidelidades que decían tener. Sin poder no se es nada ni nadie.
Y para nota la escena lacrimosa y con la voz entrecortada cual benjamín de palacio o al modo de aquel que dicen que lloró por la Granada entregada...
Una pena personal (reconozco que me fue defraudando día tras día, pero que siempre lo creí capaz de rehacer sus errores; quizás porque siempre necesito la esperanza), y una derrota colectiva (no nos merecemos que cuando más hacen falta líderes sensatos más mediocres sean los disponibles).
Como consuelo y contrapartida, parte de mi gente celebramos el primer aniversario de una nueva y clara inocencia en forma de criatura indefensa que comienza su andadura hacia la melancolía de todas las derrotas...
Sí, la vida sólo es el camino más melancólico hacia la derrota final de la propia vida.


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