Cuando ya empieza de verdad el otoño por este sur...
Cuando sigue lloviznando y el sol se esconde en el cielo gris.
Nunca he visto en los premios literarios otra cosa que business para el editor. Pero siempre han servido para darnos a conocer a autores que de otro modo no llegaríamos a conocer, más allá de editoriales memorables, como Acantilado, que nos trajeron el mundo del este de Europa a nuestros estantes...
Y así, hoy, tras leer una entrada de mi querida Rosa Sarañana sobre su estancia en Turquía, con su pareja, Omer Ilksen Akcil, amigo y pintor, retomé aquel "Estambul (ciudad y recuerdos)" de Orhan Pamuk, un autor al que llegamos a conocer, precisamente, tras obtener en 2006 el Premio Nobel de Literatura.
Y contando que antes de escribir le gustaba pintar, nos dice:
"Dibujar era para mí poseer un segundo mundo de cuya existencia no me sentía culpable" (Orhan Pamuk. Estambul. Mondadori. Barna 2006).
Nunca he visto en los premios literarios otra cosa que business para el editor. Pero siempre han servido para darnos a conocer a autores que de otro modo no llegaríamos a conocer, más allá de editoriales memorables, como Acantilado, que nos trajeron el mundo del este de Europa a nuestros estantes...
Y así, hoy, tras leer una entrada de mi querida Rosa Sarañana sobre su estancia en Turquía, con su pareja, Omer Ilksen Akcil, amigo y pintor, retomé aquel "Estambul (ciudad y recuerdos)" de Orhan Pamuk, un autor al que llegamos a conocer, precisamente, tras obtener en 2006 el Premio Nobel de Literatura.
Y contando que antes de escribir le gustaba pintar, nos dice:
"Dibujar era para mí poseer un segundo mundo de cuya existencia no me sentía culpable" (Orhan Pamuk. Estambul. Mondadori. Barna 2006).
Cuando ya empieza de verdad el otoño por este sur...
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