DE LA CORRUPCIÓN, LA DE LOS OTROS... Y SIN SIQUIERA VER LA RAIZ DE TODOS LOS PROBLEMAS...

Un día más aquí seguimos, con lo doméstico por domesticar... Y pendientes de si en Portugal, mi amado Portugal, se forma un gobierno de izquierdas, un frente de izquierdas, como antesala de lo que pudiera suceder en España en diciembre, dentro de nada...
Pues eso, que seguimos con lo doméstico... 

Y así, poco se habla de las causas de la realidad que nos asiste; porque Europa no está a la altura: la actual crisis que padece el mundo se debe en gran parte a un enorme déficit en el ámbito de la política, y lo estamos viendo con la crisis de los refugiados.
Lo he repetido muchas veces: el estado-nación ya no es la respuesta; hacen falta estructuras de poder político más potentes y continentales...

Mientras tanto, aquí seguimos, distraídos de razón...

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Es curioso... Se nos llena la boca a diario generalizando sobre la corrupción de los políticos; y es verdad que es intolerable... Pero, ¿acaso no está corrompida la mayoría de la prensa (por no decir toda), o la mayoría del sector de la banca, de las telecomunicaciones, de las eléctricas, del comercio en general, de las Iglesias, de las constructoras, las empresas de todo tipo y de las instituciones de todo lugar y actividad?
¿Y acaso no estamos los ciudadanos corrompidos que volvemos a votar a los que consideramos más corruptos de aquellos políticos y les seguimos dando la confianza para que nos sigan corrompiendo aún más?

Siempre la culpa está en los otros; yo no soy culpable: aquel, sí...
¡¡¡Ay esta doble moral del españolito que se salva siempre!!!