jueves, 15 de octubre de 2015

EL PP DE RAJOY CREA MÁS INDEPENDENTISTAS QUE EL PROPIO MAS

Hasta la fecha creíamos que Mas era el abanderado de la independencia de Cataluña, una posición que era inevitable dado el descubrimiento de la corrupción económica, moral y política que inunda toda la Cataluña institucional gobernada por el nacionalismo catalán y la caída en picado de apoyos ciudadanos en favor de ERC.

No es nada nuevo; ya fue así cuando el caso Banca Catalana y se ha repetido de nuevo al descubrirse las inmensas fortunas en paraísos fiscales de dirigentes de CIU y de sus familias: todo es un invento del desapego de España hacia Cataluña; una excusa déjà vu siempre en todas las crisis políticas que intentan tapar vergüenzas.

Ya el recurso del PP ante el Constitucional contra el Estatuto que salió del Congreso de los Diputados y que había sido aprobado en referéndum por los catalanes nos dio pistas: el PP, para tapar también sus vergüenzas, necesitaba de la confrontación y sacar a relucir su españolismo de cuello blanco, ese que usa las instituciones públicas como mero intermediario de negocios privados.

Y si CIU entraba en la locura de Mas, el PP de Rajoy obtenía el apoyo del resto de españoles que ponen siempre el corazón antes que la cabeza; de camino, seguía dando razones a los catalanes para, del mismo modo, con el corazón sin cabeza, apoyar la deriva hacia la locura de Mas.

Para rizar el rizo, necesitaban a ETA, resucitar a ETA, otra de las banderas que les da voto en esos nichos de corazones descabezados. Y ha tenido que dimitir la Presidenta del PP vasco que sólo buscaba cerrar la historia, acabar con la lacra del terror en España y reconciliar al pueblo vasco.

No, Mas no está solo; como lo que queda del mundo de ETA tampoco. El PP necesita resucitar los nacionalismos y la historia de las España; por eso nunca condenó el franquismo, ni quiere cerrar las heridas vascas, ni tampoco quiere una Cataluña integrada y a gusto dentro de España. El PP necesita la confrontación.
Y es verdad que lo de Mas no tiene nombre. Pero no es nada nuevo: todos los acorralados actúan así cuando se ven perdidos... No, no es nada nuevo esa otra forma de fascismo que es liderar lo imposible en nombre de nadie, salvo una minoría de locos que no piensan sino embisten...

Lamentable este espectáculo de las España; con un PP vasco que necesita de ETA para las elecciones; una ETA derrotada, pero, cual Cid Campeador, a la que necesitan viva para arañar algunos votos en juego. Como también necesita aquel PP de un Mas enloquecido y así liarse ellos en la otra bandera, la que les gusta ondear siempre en elecciones; esa que representa a España, sí; pero representa la España de todos, no la de ellos, esa que saquean, que arruinan y que usan y abusan para sus negocios privados para llevarse luego lo robado y esquilmado a paraísos fiscales...


Ojalá, por el bien de todos, en enero haya cordura en este país nuestro.

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