Cuando la historia es mezquina con la gente decente; cuando los trenes se cogen tarde...
Cuando el Ministro del Interior más brillante que ha tenido la democracia española, que al fin acabó con ETA, tuvo la mala suerte de sustituir tarde y mal a quien se lo puso difícil...
Rubalcaba hubiese sido, después de Felipe González, el mejor Presidente del Gobierno de España de entonces. Pero entre el error de comunicación -y de algo más que de comunicación- de su antecesor, y las mentiras de los otros, los patriotas de Suiza y los presuntos delincuentes de su entorno, apoyados por tanto medio de comunicación hundido en su quiebra económica y moral, impidieron una vez más que en España triunfara la luz, la inteligencia y la honestidad...
Hoy hace cuatro años de aquel comunicado.
Sí, hoy hace cuatro años era Ministro del Interior un hombre decente que nos recuerda aquel momento y aquella alegría. Y no olvido a Patxi López, por entonces, Lendakari; y tampoco olvido a Txiqui Benegas, tan recién ido...
Y cuando la historia es mezquina, y cuando este país sigue sin reconocer el triunfo de la razón, de la inteligencia y de la honestidad que los hombres que he citado representan y/o representaron, mi homenaje y mi reconocimiento se incrementa y agiganta.
Y para nota la dimisión de la líder del PP Vasco que ha querido cerrar definitivamente la historia negra, tras negarse Génova a enterrar el pasado de una vez: el PP de Rajoy nunca cierra heridas porque necesita la confrontación, lo oscuro, lo otro; y la mentira.
Cuando el Ministro del Interior más brillante que ha tenido la democracia española, que al fin acabó con ETA, tuvo la mala suerte de sustituir tarde y mal a quien se lo puso difícil...
Rubalcaba hubiese sido, después de Felipe González, el mejor Presidente del Gobierno de España de entonces. Pero entre el error de comunicación -y de algo más que de comunicación- de su antecesor, y las mentiras de los otros, los patriotas de Suiza y los presuntos delincuentes de su entorno, apoyados por tanto medio de comunicación hundido en su quiebra económica y moral, impidieron una vez más que en España triunfara la luz, la inteligencia y la honestidad...
Hoy hace cuatro años de aquel comunicado.
Sí, hoy hace cuatro años era Ministro del Interior un hombre decente que nos recuerda aquel momento y aquella alegría. Y no olvido a Patxi López, por entonces, Lendakari; y tampoco olvido a Txiqui Benegas, tan recién ido...
Y cuando la historia es mezquina, y cuando este país sigue sin reconocer el triunfo de la razón, de la inteligencia y de la honestidad que los hombres que he citado representan y/o representaron, mi homenaje y mi reconocimiento se incrementa y agiganta.
Y para nota la dimisión de la líder del PP Vasco que ha querido cerrar definitivamente la historia negra, tras negarse Génova a enterrar el pasado de una vez: el PP de Rajoy nunca cierra heridas porque necesita la confrontación, lo oscuro, lo otro; y la mentira.
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