Un poema cantado; troncos de una misma raíz...
Guitarras que lloran, lamentos del aire... Olores a ultramarinos, a bacalao y a café brasileiro...
Y a pan.. Y a fado...
No veo la hora; no veo la luz: la mañana vino triste a recordarme que pronto, muy pronto, estaré oliendo a ultramarinos, a bacalaos y a café; para entonces, Ana Moura me llevará por La Alfama buscando a Pessoa que se escapó de nuevo a Martinho Da Arcada; allí estará bebiendo el vino que le tienen prohibido...
Sí, quisiera verlo antes de su muerte; como lo hizo Tabucchi antes de la suya en aquel delicioso librito "los últimos tres días de F.Pessoa"...
Guitarras que lloran, lamentos del aire... Olores a ultramarinos, a bacalao y a café brasileiro...
Y a pan.. Y a fado...
No veo la hora; no veo la luz: la mañana vino triste a recordarme que pronto, muy pronto, estaré oliendo a ultramarinos, a bacalaos y a café; para entonces, Ana Moura me llevará por La Alfama buscando a Pessoa que se escapó de nuevo a Martinho Da Arcada; allí estará bebiendo el vino que le tienen prohibido...
Sí, quisiera verlo antes de su muerte; como lo hizo Tabucchi antes de la suya en aquel delicioso librito "los últimos tres días de F.Pessoa"...
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