Ya en casa. Regresar siempre es una costumbre. Porque vivir es regresar siempre... Si no regresas es que has muerto: morir es no regresar...
Y nos siguen mintiendo de una forma, no ya indecente, sino insultante: nos consideran ya descaradamente imbéciles.
Son los que ya no regresan porque no van: son tan malvados que ya no tienen vida, sólo recursos dialécticos de la peor calaña humana...
Tampoco regresan; como muertos en vida, siempre están yendo a lugares extraños donde sólo habitan sus egos, sus ambiciones, sus complejos, sus debilidades infantiles cargadas de mentiras...
¿Por qué será que cuando más hacen falta líderes de verdad, aquellos que pasan a la historia por su grandeza y sentido de lo humano, es cuando menos están disponibles?
¡Cuánta mediocridad por todos los rincones capaces de existir! ¡Y cuánta tristeza constatarlo una y otra vez!
Y para nota los provincianos que no abandonan el barco pensando que aún tienen algo que decir; y como nadie los oye ya, se refugian en medios de la caverna donde se ríen de ellos, amén de otorgarles carta democrática cuando sólo son espacios del odio y de la desobediencia civil hacia la democracia, despreciando el que el voto de otros valga como el de ellos, los elegidos por no se sabe qué dios que odia a sus semejantes...
¡Qué asco de país, de Europa, de mundo!...
¡Me voy a ver el mar!...
Y nos siguen mintiendo de una forma, no ya indecente, sino insultante: nos consideran ya descaradamente imbéciles.
Son los que ya no regresan porque no van: son tan malvados que ya no tienen vida, sólo recursos dialécticos de la peor calaña humana...
Tampoco regresan; como muertos en vida, siempre están yendo a lugares extraños donde sólo habitan sus egos, sus ambiciones, sus complejos, sus debilidades infantiles cargadas de mentiras...
¿Por qué será que cuando más hacen falta líderes de verdad, aquellos que pasan a la historia por su grandeza y sentido de lo humano, es cuando menos están disponibles?
¡Cuánta mediocridad por todos los rincones capaces de existir! ¡Y cuánta tristeza constatarlo una y otra vez!
Y para nota los provincianos que no abandonan el barco pensando que aún tienen algo que decir; y como nadie los oye ya, se refugian en medios de la caverna donde se ríen de ellos, amén de otorgarles carta democrática cuando sólo son espacios del odio y de la desobediencia civil hacia la democracia, despreciando el que el voto de otros valga como el de ellos, los elegidos por no se sabe qué dios que odia a sus semejantes...
¡Qué asco de país, de Europa, de mundo!...
¡Me voy a ver el mar!...
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Se están pidiendo responsabilidades políticas y penales para con los dirigentes del sector financiero español, responsabilidades que también deben ser morales: no han parado de mentirnos desde que España ya no va bien, que creo recordar que fue desde el mismo día que el PP perdió las elecciones por aquella mentira gordísima del 11-M ¿Por cierto, ya nadie habla del 11-M? Ah, claro, se me olvida siempre que ganó Rajoy...
Pero volviendo al asunto, para pedir responsabilidades penales, más allá de las políticas, deberíamos tener un poder judicial competente para el hecho tan grave de cómo han dejado el sistema financiero español entre unos y otros. Pero claro, ¿qué podemos esperar de un poder judicial cuyo presidente no dimite por haberse excedido en comidas y gastos seismileuristas de fines de semana con cargo al "cargo", valga la redundancia, siendo a su vez Presidente dle Tribunal Supremo?...
¡Qué tragedia la de España!: Sin tejado no habrá nunca suelo...
Pero volviendo al asunto, para pedir responsabilidades penales, más allá de las políticas, deberíamos tener un poder judicial competente para el hecho tan grave de cómo han dejado el sistema financiero español entre unos y otros. Pero claro, ¿qué podemos esperar de un poder judicial cuyo presidente no dimite por haberse excedido en comidas y gastos seismileuristas de fines de semana con cargo al "cargo", valga la redundancia, siendo a su vez Presidente dle Tribunal Supremo?...
¡Qué tragedia la de España!: Sin tejado no habrá nunca suelo...
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Salí a buscarte detrás de ti.
Recuerdo aún el aire de los chopos.
Regresé, y ya no estabas. . .
Regresé, y ya no estabas. . .
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