domingo, 19 de septiembre de 2010

HA MUERTO EL BEDUINO EN EL CONGRESO


Este domingo de septiembre vino enlutado; conocí la noticia de madrugada... El beduino en el Congreso, el de la bota de vino que recorrió España para enseñarnos un país en la mochila, fallecía y al fin descansaba... Dicen que la muerte es vida; sólo muere lo que vive. Pero hay seres humanos que viven aún más tiempo después de morir; son los que nos dejan huellas; por sus conocimientos; por sus conquistas artísticas; o por sus bondades como simples seres humanos... Labordeta ya no podía más; estaba muy malito cuando hace unos días lo vimos emocionarse en un acto de reconocimiento de su vida por el Gobierno de España. Descanse en paz un hombre honesto que perdurará en nuestra memoria colectiva por su compromiso y su arte, pero sobre todo, por su bondad: su mirada era clara y esperanzadora; como la utopía que guió su vida...
Oigamos esta Aragón, la tierra que amaba profundamente; porque es de bien nacidos tener afectos por los primeros y constantes paisajes de nuestras vidas, como homenaje a un hombre claro y limpio como esta mañana de domingo, tan huérfana nuevamente... Que en paz descanses, amigo.



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