miércoles, 31 de octubre de 2007

LA SENTENCIA

Hoy se sabrá la sentencia, al fin, del mayor atentado terrorista de la historia de España. Y ya nos tememos el fallo, demostrando que nunca existió la autoría de ETA como ha querido hasta última hora mantener la media España manejada por las Faes y de las Jons, Pedro José, Losantos del Cielo Episcopal, y pelotas a sueldo varios; esa media España que no aceptó, como hace más de 70 años, los resultados electorales tras el mayor ejemplo de egolatría que jamás en la historia democrática española (escasa, por cierto) se haya dado. Por tanto, a partir de hoy muchos españoles esperamos que la situación política camine por otros derroteros y que se haga al fin justicia. Pero no sólo para con las víctimas, que también. Un país decente sólo satisfaría su necesidad de justicia si los tribunales -o la sociedad española en su mayoría-, condenasen no sólo a los autores del descomunal atentado de Madrid del 11-M de 2004 (¡qué curiosa la vida...; fue ayer, y parece que fue hace siglos!: afortunadamente, la memoria es emocional y sabe elegir los asuntos que debe tener presentes para seguir viviendo...), sino que además se condenase a los instigadores de la llamada conspiración, que no sólo intentaron negar la realidad con intereses mezquinos de poder, sino que además han añadido a la sociedad española unos elementos de crispación tan enormemente peligrosos para la convivencia, que mucho nos tememos que sólo el tiempo sabrá recomponer, teniendo muchas dudas de que pueda hacerlo.
Y para ello no sólo esperamos que aquellos instigadores pidan excusas, sino que además los que siempre hemos mantenido lo que parece fue lo que pasó, hagamos un esfuerzo en discernir entre los españoles engañados (la mayoría silenciosa siempre se deja engañar) y los instigadores, y por tanto, que se intente recomponer la necesaria tranquilidad y normalización en la vida pública española.
Pero volviendo al asunto que nos ocupa, mucho me temo que aquellos instigadores saldrán diciendo, que a pesar de la sentencia, la conspiración existió: no sólo no tienen otra salida, sino que además es la única carta que ya pueden jugar en vísperas electorales. Por tanto, las próximas elecciones serán claves para conocer el verdadero estado moral de la sociedad española. Porque si gana Rajoy (el tonto útil de la Faes y de las Jons), una vez más en la historia de España habrá triunfado la España negra, rancia y asesina.
Porque un país que ha permitido tener como líder a un señor que se volvió loco, creyéndose un birrey de la trasnochada etapa imperial española (recuérdense las fotos familiares con el Papa, la boda de su hija, etc...), y que apoyó una guerra no sólo injusta sino inmoral, y que siga tejiendo los hilos de toda la trama de los instigadores de la teoría de la conspiración (todos los ladrones dicen que son los otros los que roban), y que permita que no sean condenados, de nuevo, en las urnas, es un país indecente.
Por tanto, las próximas elecciones (9 de marzo de 2008) serán el examen del nivel moral de la sociedad española. El pasado 14 de marzo de 2004 los españoles les dijeron que no a los mentirosos. Y esperamos que el próximo 9 de marzo de 2008 los españoles les digan de nuevo que como son los mismos y no han rectificado ni pedido perdón (antes al contrario, han insistido hasta la saciedad que era ETA), les vuelven a dejar en la cuneta...