domingo, 4 de noviembre de 2007

CARTAS A JULIA. Nº 1

Ma Chérie...
Es la primera vez que te escribo. Lo quise hacer el día que naciste, pero sólo tuve palabras para tus padres: aún hoy me tiemblan mis adentros cuando veo tu foto de recién a todo y para todo; recién a la vida y para las horas; a los días y para las noches...
Y crecerás rodeada de todo lo que necesites: todos los hombres hemos sido indefensos (algunos lo seguimos siendo) y hemos necesitado de todos los auxilios...
Muchos, eran otros tiempos, apenas tuvieron afectos; eran las guerras; eran las posguerras; y eran las escaseces; y eran las miserias...
Pero tú no sólo tienes y tendrás todos los auxilios; también tienes y tendrás todos los afectos: por acción y/o por omisión. Porque habrá días que te sentirás necesitada de más afectos de los que se te ofrecen y solicitas.
Entonces siempre acuérdate (gracias de nuevo, Jose Agustín Goytisolo) de que un día te advertí de que podías sentir ausencias... Y es que debes saber que los hombres también tenemos caídas, sombras, dudas y mucha melancolía (fervores caídos una y otra vez, incesantemente); y eso se refleja en un cierto desdén y un enorme agotamiento físico y moral: la vida ha sido como nos la esperábamos....
Porque, si, es la vida; es el mundo; es el hombre; son sus asuntos...
Pero no te preocupes: es pasajero; es transitorio... Pronto, muy pronto, nos levantamos: la vida nos empuja, nos solicita, nos reclama. Y entonces renacemos y volvemos al origen, al centro, al amor...
Y allí estás tú, siempre tú: la ternura de un ser que recién vino al mundo para decirnos a los que hemos sufrido mucho en él que tu vida será dichosa, feliz y que tu sóla presencia renovará la felicidad de tantos infelices que ya sufrieron bastante...
Y así, con esta esperanza te esperamos ya todos...

-Julia, aunque en la vida "siempre" es una palabra excesiva, no te olvides nuncanojamás de que siempre tendrás amor.

Besos de tu tio-abuelo