martes, 20 de noviembre de 2007

EL MAYOR TEATRO DEL MUNDO

Si la vida es el mayor teatro del mundo, los políticos y sus voceros son los actores de reparto. Y no deja de ser patético e indecente el comportamiento de aquellos para con el público que asiste atónito a la obra ("envejecer, morir, es el único argumento de la obra" (Gil de Biedma)).
El domingo pasado, EL MUNDO, a través de su director, buscaba su sol tras el previsible descalabro de Rajoy, que desaparecerá y con él todo lo que lo ha sustentado: Acebes, Zaplana, Losantos y su Conferencia de Obispos, el presidente de las víctimas del terror, etc. Y claro, hay que reposicionarse: los medios escritos no crecen en ventas; ni de periódicos, ni de publicidad; y espacios mediáticos de soportes generalistas apenas quedan. Por tanto, hay que resituarse ante un escenario hostil a medio plazo.
Y si antes de ayer parecía que definitivamente tiraba la toalla en cuanto a mantener tantas mentiras, como ha venido manteniendo, y tanta crispación, como ha venido alimentando, el mismo periódico, ayer, volvía a las andadas y denunciaba que han habido contactos entre el gobierno y ETA en octubre, cosa tras la que inmediatamente sale el ministro del ramo a desmentir y negar, y Pepiño y Cía hacen lo propio...
Qué poco ha durado la esperanza de la apuesta de EL MUNDO por cierta dignidad periodística, y qué poco ha durado el aparato del PSOE en desmentir -con tan poca credibilidad- la existencia de estos contactos.
Y mención aparte merece la propuesta PPra sobre el IRPF. No sólo no dice cómo lo va a hacer, sino que siguen sin tener en cuenta que toda propuesta distinta a lo que hicieron en el gobierno cuando gobernaron España no tiene credibilidad, al ser tan escaso el tiempo que llevan en la oposición, entre otras cosas, por mentir...
Una vez más los políticos dicen que van a hacer lo que no hicieron cuando debieron hacerlo.¿Por qué lo que dicen ahora que van a hacer no lo hicieron hace tres años y medio, cuando, por entonces, estaban gobernando ellos?

Si la vida es el mayor teatro del mundo, los políticos y sus voceros son los actores de reparto.