miércoles, 24 de octubre de 2007

CORRUPCION

Una vez más aparece un caso de presuntos favores políticos de promotores inmobiliarios para con políticos (caso Pla en Valencia), habiendo sido esta una constante en toda la transición política: si repasamos la historia no han dejado de aparecer casos y casos, y en todas las formaciones políticas. Lo que sucede es que en las de izquierdas, en cuanto aparecen los más mínimos indicios de este tipo de delito, al menos se producen dimisiones. En cambio, en la derecha, no sólo no se producen dimisiones sino que se vuelven a presentar a las elecciones, aún teniendo ya procesos judiciales en contra y recurridos a otras instancias. Inaudito. Aunque lo lamentable es que la izquierda pierde a ese líder tras la dimisión y, en cambio, la derecha no sólo no lo pierde, sino que además los ciudadanos les dan más apoyos a esos líderes corruptos y procesados por la justicia; véase al respecto el caso Fabra, en Castellón; o el caso GIL que durante tantos años esquilmó Marbella sus aledaños.
¡Qué país!