miércoles, 10 de octubre de 2007

ANIVERSARIOS

Estos días se produce el aniversario de la desaparición de dos personas muy importanes en nuestras vidas (la mía y la de lo míos): Don Blas, el tío Blas, que más que tío fue padre en ausencias -casi permanentes- de padre,; y Doña Lola, la madre, mi madre: el centro de todas nuestras vidas (la mía y la de lo míos)...

Todos sabemos (el que os escribe y los míos) cuán importantes fueron estas personas en nuestras vidas; una nos dio la vida a muchos de nosotros. El otro, nos dio el alma para vivir con honestidad y dignidad: el tío Blas siempre fue para nosotros el referente más claro de bonhomía y de integridad humanas. Sufrió mucho, y todos sabemos por qué: al parecer este mundo es sólo para los ganadores sin escrúpulos. Las personas con escrúpulos pierden siempre; sufren siempre... Pero son las que nos dejan siempre las referencias necesarias para sobrevivir con honestidad. Y aunque ser honesto tiene enormes conscuencias en forma de sufrimiento en la vida, los que no podemos ser de otra forma necesitamos referencias para sobrevivir. Y el tío Blas fue la más grande de nuestras referencias. Y nuncanojamás dejaremos de estarles agradecidos por ello.

Y de ti qué decir, madre: contigo se me fue quizá la única persona que me comprendía en mi malestar con el mundo; porque sólo una madre sabe cómo son sus hijos; y tú sabías que yo sufría mucho; por mi forma de ser; por mis tristezas sin motivos; por mi melancolía de tantos y tantos fervores caídos...
Tú siempre fuiste todo, madre. Y desde que todo se fue contigo, la vida es nada: "después de todo, todo ha sido nada" (J. Hierro).
Madre, no sólo huérfano de ti me encuentro; también me encuentro acobardado y triste: este mundo nos exige mucha entereza y algunos sólo sabíamos recurrir a ti en busca de amparo, de todo el amparo... Madre, ¡estoy desamparado!...
Y a veces, solo, muy solo...

¡Que mis dioses os protejan!

¡Y que mis dioses me sigan dando muestras de que todo lo malo, siempre, siempre estará por llegar!: La bondad nuncanojamás dejará que triunfe la maldad.

¡Que así sea!