CATALUÑA (III)

Seguimos con el asunto catalán porque es el gran asunto que está condicionando la política española en los últimos meses, años... Y tras los resultados de las elecciones de ayer, no esperados por casi todos, con más razón requiere regresar a él.

Quiero ser positivo, en el sentido de aportar soluciones. Para ello será previo señalar una serie de reflexiones:

1. Rajoy está más que amortizado como líder de la derecha: el PP necesita una profunda renovación.

2. Puigdemont no puede volver a ser el President por razones obvias. Por otro lado, el triunfo en escaños del independentismo no son los mejores para que el PNV apoye los presupuestos del PP para 2018. Los podrá prorrogar un año, pero serían inevitables las elecciones generales a final de 2018 o principios de 2019.

3. Iceta está también amortizado, y, de paso, su fracaso ha salpicado a Sánchez, toda vez el líder del PSOE ha apoyado a Iceta en todas sus decisiones; en suma: el PSOE y el PSC no terminan de cerrar sus crisis.

4. Ciudadanos es un fenómeno catalán, y, dependiendo de las soluciones que aporten a la solución del problema catalán acabarán siendo consolidados como fenómeno político y social -o no- en el resto de España.

5. Podemos ha comenzado su declive, declive que seguirá en los próximos tiempos en el resto de España conforme se vayan solucionando los problemas económicos y sociales provocados por la crisis.

Con estos mimbres y los resultados catalanes, y teniendo en cuenta la composición del Congreso de los Diputados en España, sólo veo una salida: intentar dividir a las fuerzas nacionalistas catalanas, en el sentido de buscar la fórmula de romper la disciplina de partido entre secesionistas y no secesionistas. En suma, dividir al nacionalismo catalán con vistas, no sólo a gobernar en Cataluña, que también, sino, y sobre todo, buscando un nuevo pacto nacional para reformar la Constitución del 78; una reforma que busque una posible consulta y, sobre todo, que garantice un nuevo ciclo de estabilidad política, social y territorial en la España del siglo XXI, reforma que se complica si hay elecciones anticipadas a finales de 2018 o principios de 2019.

En otro post señalaré los aspectos sobre los que creo que habrá que consensuar los posibles cambio constitucionales. Pero eso será mañana: estoy agotado...