Hoy, en esas horas tempranas pero claras del amanecer por el Sur, no pude ver la mar. Como recostada en calma, su grisura se confundía con una espesa niebla al modo de manta; como no queriendo iniciar la vida; como no pudiendo alcanzar su deber diario: abrirse a los ojos de los que la amamos en su necesidad permanente y en su cercanía azulada de aguas infinitas, donde habitan seres vivos que gozan de la luz de sus soles en cielos; los que clarean sus fondos marinos, por donde juguetean sus noches y descansan...
Y cual paisaje gallego de amanecidas húmedas y espesas de bosques blancos antes de verdes infinitos, por encima de mares rudos y violentados, me sentí ya de tránsito hacia aquellos lugares que huelen a mimosas, a acacias, a castaños, a camelias, a pinos, a eucaliptos, a abedules, a cedros, y a finos orballos (O orballo vai mollando pouquiño a pouco)...
Sí, pronto, muy pronto, dejaré este mar esquivo, manteado de nieblas, y recuperaré, al fin, las tierras nobles de la Galicia siempre añorada...
http://www.goear.com/listen/
Y cual paisaje gallego de amanecidas húmedas y espesas de bosques blancos antes de verdes infinitos, por encima de mares rudos y violentados, me sentí ya de tránsito hacia aquellos lugares que huelen a mimosas, a acacias, a castaños, a camelias, a pinos, a eucaliptos, a abedules, a cedros, y a finos orballos (O orballo vai mollando pouquiño a pouco)...
Sí, pronto, muy pronto, dejaré este mar esquivo, manteado de nieblas, y recuperaré, al fin, las tierras nobles de la Galicia siempre añorada...
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