Amanezco en tos; con dificultad respiro... ¡Ay, las primaveras!!!... Y leo en Fb a nuestra querida Mila Gnavarro, soliviantada por el recuerdo de ayer en la feria del Libro de Madrid, donde estaba en una caseta sin apenas gente, mientras en la de al lado, una infinita cola: firmaba libros Mario Conde...
Como estamos en un país donde tanto manda la Iglesia católica, las ferias del libro que normalmente son en Abril-Mayo, se han tenido que trasladar a Junio, como a Junio el Rocío, esa "botellona" por el campo en nombre de una Virgen que llaman pastora... Y los que estaban comprando los indecentes libros de este inmoral señor, de seguro saldrán desde Madrid o desde donde sea (las botellonas se extienden entre los mayores como entre los jóvenes, sobre todo cuando hay fanatismo añadido), en caravanas, como cuando la conquista del oeste americano, pero dicen que para ver a la Blanca Paloma...
Comentaba a Mila, nuestra querida e imprescindible Mila, que esa era la realidad; y como las más de las veces no tiene remedio y si lo tiene es cansino y estéril, por eso intentaba no verla y por eso vivía frente al mar... Un mar siempre distinto y siempre distante; nunca se repite, con lo que nunca te cansas de verlo, de tenerlo frente a ti, insuficiente ser humano que nos creemos infinitos e imprescindibles de la nada... Y nunca tampoco se acerca nadie a imponerle discursos, morales, ni asuntos, más allá de ir a contemplar la belleza de su enorme muchedumbre... A veces quieta; a veces alterada; como hoy estamos todos los que, al amanecer en tos y respirando con dificultad, hemos sabido de una enorme cola para que un indecente, un inmoral, les firme el libro que dicen que ha escrito desde la cárcel, mientras desde Málaga, y ayer desde Córdoba, se inician las caravanas de botellonas por el campo en busca de gozar, dicen, de una mitología fanática y colectiva que llaman reinado (¡así cómo vamos a ser republicanos!) donde dicen que reside y gobierna la Reina de las Marismas...
En cuanto pueda, salgo a pasear por el mar... Es la terapia...
(Menos mal que, de vez en cuando, en esa botellona fanática suceden cosas como estas, donde una inmnesa Aurora Vargas nos saca de quicio... Ay!, el flamenco!!!!)
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