Hoy se inicia el último fin de semana de junio; ese mes que iniciaban los cambios en nuestras vidas: siempre comenzaba el año en octubre, cuando comenzaba el colegio, y terminaba en junio, cuando acababan los cursos. Julio, Agosto y Septiembre, eran, entonces, la vida interminable... Y cuando la adolescencia y la primera juventud, cuando las primeras mujeres y los primeros versos de amor (Neruda, Bécquer, Salinas, Gil de Biedma, Cernuda, etc...), decíamos aquello de Neruda: "¡es tan corto el amor y es tan largo el olvido!" ... Y nos creímos que era imposible olvidar... Y muchas noches fuimos infelices y muchas otras nos invadía la melancolía, eso que entristece por invariable...
Y luego leímos a Borges y nos dijo que "sólo una cosa no hay; es el olvido"... Con lo que concluimos que es imposible olvidar...
Sostengo que el olvido (hablo siempre de los sentimientos, no de otras memorias) es posible antes de los treinta años, más o menos; pero a partir de los treinta años, esos años en los que empezamos a renunciar, a veces, en declives obscenos, sostengo que es muy difícil, si no imposible, olvidar, como nos dijo Borges. Amar, cuando el aprendizaje, nos facilita olvidar pronto una experiencia fracasada; pero amar con conciencia de amar, cuando ya se ha cubierto el aprendizaje y estamos en esos ámbitos de vida donde la madurez nos hace más serenamente felices; amar con conciencia y necesidad de amar, cuando ya no tenemos remedio, amigos, mi experiencia me dice que nadie será capaz de olvidar que una vez amó, y tanto y con tantas ganas, que ya será imposible dejarlo en el camino de los abandonos...
Porque el que ama una vez, de verdad, en los años que de verdad amamos, amará para siempre...
Porque si somos el tiempo que nos queda, sólo somos lo que de él hemos dedicado -y dedicaremos- a amar...
P.D. Felicidades para todos los Juanes, Juanas, Juanetes, Juaneles, Juanitos, Juanitas, de mi vida; todos seres ya imprescindibles, y que nos consuelan...
http://www.goear.com/listen/
Y luego leímos a Borges y nos dijo que "sólo una cosa no hay; es el olvido"... Con lo que concluimos que es imposible olvidar...
Sostengo que el olvido (hablo siempre de los sentimientos, no de otras memorias) es posible antes de los treinta años, más o menos; pero a partir de los treinta años, esos años en los que empezamos a renunciar, a veces, en declives obscenos, sostengo que es muy difícil, si no imposible, olvidar, como nos dijo Borges. Amar, cuando el aprendizaje, nos facilita olvidar pronto una experiencia fracasada; pero amar con conciencia de amar, cuando ya se ha cubierto el aprendizaje y estamos en esos ámbitos de vida donde la madurez nos hace más serenamente felices; amar con conciencia y necesidad de amar, cuando ya no tenemos remedio, amigos, mi experiencia me dice que nadie será capaz de olvidar que una vez amó, y tanto y con tantas ganas, que ya será imposible dejarlo en el camino de los abandonos...
Porque el que ama una vez, de verdad, en los años que de verdad amamos, amará para siempre...
Porque si somos el tiempo que nos queda, sólo somos lo que de él hemos dedicado -y dedicaremos- a amar...
P.D. Felicidades para todos los Juanes, Juanas, Juanetes, Juaneles, Juanitos, Juanitas, de mi vida; todos seres ya imprescindibles, y que nos consuelan...
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