lunes, 29 de septiembre de 2008

LA DESVERGÜENZA SE HACE INSOPORTABLE

La desvergüenza del mundo de hoy se está haciendo insoportable para una sociedad que se creía madura, que presumía de moderna y que se vanagloriaba de democrática. Los ciudadanos asistimos atónitos, empobrecidos y asustados al mayor espectáculo de cinismo y corrupción cercanos a lo amoral, aquel imperio del vacío donde se impone la ausencia de una mínima moralidad individual y/o colectiva. Es el desmoronamiento de la modernidad como cumbre del contrato social de Rousseau: el mundo se desmorona y nosotros, los débiles, víctimas de la desvergüenza de los poderosos y de sus hacedores a sueldo, nos empobrecemos.
Y no sólo económicamente: el daño moral, intelectual y vital ya es irreparable...
Así, mientras los responsables del desaguisado financiero actual se llevan indemnizaciones escandalosas para la dignidad del resto de seres humanos desprotegidos y desamparados, los congresistas americanos más reaccionarios rechazan un plan que venía a rectificar los errores de aquellos (no podemos estar de acuerdo con el plan; pero que lo rechacen ellos, los que han colaborado al desastre actual, no deja de ser escandaloso); y ahora dicen que es que el plan no tiene en cuenta a los ciudadanos... No sólo son inmorales, corruptos; también son descarnadamente unos monstruos obscenos e indecentes. Y es que las próximas no sólo son elecciones presidenciales; y en la selva hay que sobrevivir...
Este mundo me da asco; como asco me dan los que callan y aplauden a tanto desvergonzado...
Por cierto, nuestro inefable ZP ha apoyado el plan Bush. ¿Y por qué dejó caer a Martinsa-Fadesa y no la apoyó?
Y por cierto, ¿qué hace nombrando presidente de los jueces a un señor que antes de tomar posesión se reúne con Rouco (en misa, claro; de otra manera habría sido un escándalo), este representante del nacional-catolicismo reinventado?
En fin, toda vez empobrecido, bebamos...

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