martes, 22 de enero de 2013

EN MEMORIA DE MARTIN LUTHER KING

Yo también tuve un sueño....
Yo tenía 11 años recién cumplidos cuando mataron a J.F. Kennedy en Dallas. Vivía Franco (aún duraría 14 años más: toda una vida para un niño de 11 años). Recuerdo que mi madre no nos dejó ir al colegio y nos fuimos al pueblo (era viernes) hasta el lunes...
Hoy, cuando Obama ha tomado posesión de su segundo mandato, he recordado las películas que nos llegaban por entonces (y años más tarde) sobre el racismo en EE.UU. Y de entre ellas, "Adivina quién viene esta noche" (estrenada apenas 4 años más tarde de aquel asesinato) nos causó un enorme impacto emocional...
Con los años llegó la democracia a España y supimos de más cosas ocultas; como el apoyo de EE.UU. al golpe contra Allende (nuestra más elemental esperanza entonces) y tantas y tantas políticas neo-coloniales en forma de violencia que nos quedaban por sufrir...
Pero también, con los años, llegamos a valorar aquel sistema político, que si bien creaba muchas desigualdades por mor de una voluntaria ausencia de estado del bienestar colectivo, en cambio, era muy pulcro para con las formas y contenidos democráticos. En el país de la igualdad de acceso al poder, que no de la igualdad de oportunidades para alcanzarlo, existen también fuertes y consolidadas garantías de los formas y del fondo de la democracia: allí cualquiera puede llegar a Presidente de EE.UU., pero allí tiene que pasar por muchos procesos democráticos directos; senador por su estado; gobernador de su estado, etc,,,, Todo proceso electoral pasa por filtros muy escrupulosos de primarias, de elecciones directas por los ciudadanos, que eligen hasta el fiscal del distrito o el shérif de su demarcación territorial... Y todos los estado tienen unos mínimos principios democráticos: la ciudadanía es soberana siempre, y el que la hace -y se le juzga-, la paga...
Y ya, desde aquellos años, tuve siempre una doble relación emocional con los EE.UU. Si bien reconozco que crea muchas desigualdades el no garantizar un mínimo estado del bienestar, sea cuales sean las rentas familiares, por otro lado, admiro siempre su estructural electoral y de representación política, así como su sistema judicial, libre e independiente del poder político de turno.
Ojalá la vieja Europa aprendiera de ellos lo mejor de su democracia y los EE.UU. de América aplicaran lo mejor del estado del bienestar que se desarrolló en Europa en el pasado siglo y que, por mor de la avaricia de unos pocos, está en peligro, precisamente donde nació...

Yo también tuve un sueño...

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