Hubo un hombre digno, al que tuve la fortuna de conocer en Sevilla una noche inesperada, que se nos fue ya mayor... Pero nos dejó su inteligencia, su bonhomía, su literatura y, sobre todo, su ejemplo, eso que decía Mahler que era la única educación susceptible de enseñarse con éxito...
Y gracias a José, como lo llamaba siempre Pilar, su mujer, en balsa de piedra navegamos entre Portugal y España...
Y gracias a José, como lo llamaba siempre Pilar, su mujer, en balsa de piedra navegamos entre Portugal y España...
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