DÍAS DE ENERO...

Huyo de ti, pero no te encuentro
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Nada hay más insoportablemente cruel que la bondad como método
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Nunca he llegado a soportar el ruido del silencio activo
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(En la mañana del séptimo día de Enero 2013):

Y al séptimo, descansó... Jó!, aleluya!!!...
¡Cuánta fiesta espantosa de navidad!!!
¡Ya era hora!...
Y ahora, a descansar de verdad... Jó!...
y muchos preguntarán aquello de:
-¿Qué, la Navidad, bien o en familia?...

Y al amanecer tardío, cansado de fiestas y viajes inesperados hacia la espera, me sorprenden siempre en el escritorio:
Un gnomo muy ad hoc, sentado sobre la caja de las plumas...
Un niño de Praga (en casa de mi abuela materna había uno de madera que me pareció siempre manquito... Y al llegar a Praga supe de su historia; y claro... Pues ahí está, al lado de un patético y tristemente decente San Yago, y, cómo no, mi gallito portugués...
Lupa para las fatigas y reglas para un cierto desorden ordenado...

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EN LA NOCHE DE REYES